DE U. <.;ONFESION.
121
le aumenoora; rctl'llenla del camino de la perfeccion ; oblíganla
á
padecer eu el purgatorio tormentos mucho mayores que todos cuan–
tos se han padecido, ni pueden padecl'r en esta vida ; detiéncnle la
entrada en el cielo,
y
suspéndenle la vista de nuestro Sefior. Por eso
yo te ruego,
y
amonesto, que no solo te abstengas de pecados gra–
ves, sino que tambien escuses culpas pequeiias, si hasta aquí las
has tenido eu poco, como si d.e ellas
110
hubieras de dar cuenta
á
Dios, siemlo verdad que por medio <le ellas pretende el demonio
hacerte caer en otras mayores, que sean causa de tu perdicion. Y
advierte que es doctrina de santo Tomás, que aunque el pecado
venial, por sí solo, no se le debe eterna pena,
cuando está
acompafiaJo con el mortal, se castiga en los condenados con pena
perdurable, porque en aquel estado no se compadece suelta,
ó
re–
mision;
y
como la gloria accidenta! e·s eterna en los bienaventura–
dos, así lo será
la
pena de los veniales en los condenados: y aun–
que no causáran estos males, se debían huir so lo porque desagra–
dan á Dios,
y
contristan al Espíritu Santo, que es mnyor mal por
ser de culpa que todos los de pena
c1uc
hubo, hay ni habrá en
toda la eternidad de Dios. Por la cua l dice santo Tomás,
y
tocios
los doctores, que si por hacerse un poco veni:il (como es decir una
mentira li gera) se hubiese de evitar el incendio trniversal de tocio el
munllo,
y
la comlenacion eterna de todos los desc endientes de A<lnn,
no se babia de hacer• .Por Louo lo cual, postrado ante el acata–
miento divino, abonecerás semejantes pecados con que has dado
1.lisgusto
á
Dios: pesarte ha de tu tibieza, pues hahi.endo recibido
de Dios tautos ausilios para desecharla, no lo has hecho: aver–
gonzarte has de no haber sido fiel
á
Jesucrist(') en cosas pequefias,
de haber privatlo
á
los sautos del gozo que tuvieran, si fueras mas
recatado,
y
perfecto;
y
<le haber dado mal ejemplo
ü
tus prójimos,
y
sido causa por ventura con él, de que ellos hagan otro tanto,
y
tú
no hagas en ellos el fruto que pudieras. Pedirüs pcrdon
á
Cristo
nuestro Señor,
y
su gracia para enmendarte, poniendo por inter–
cesora
á
nuestra Sefiora la Vírgen l\'bría,
y
al ci11gcl de tu Guarda,
y
á
lo~
santos
y
santas de tu <levocion.
i6