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DE CUARES1\1A. ·
53
PRO P O,S 1 T ,O S.
No hay
persona que
no tenga
su
cruz.
Las espinas
na–
cen en todas partes, son de todas las estaciones, crecen
en todos
lo~
terrenos, y nacen hasta en el trono. No hay .
condicion , no ha
y
estado que no tenga sus cruces: los
grandes tienen las suyas, y ne- suelen ser las menos pe- ,
sadas, aunque sean menos visibles. Es una -necedad bus–
car un abrigo contra todos los vientos y . contra todas las
tempestades; ¿qué edad hay que no tenga sus
molestias~
i
qué fortuna que no tenga sus reveses? ¿qué .condi–
cion que no tenga sus disgustos? ¿qué empleo que no ten–
ga sus cargas? Hay cruces dentro de casa,
y
las hay fue–
ra;
y
en defecto de únas y de ótras, nuestro humo.r, nues–
tro genio, nuestra imaginacion, nuestro corazon son unos
fondos inagotables de cruces. Mira qué cruz te inquieta
mas el dia de hoy ; y resuél vete á hacer
quy
te sirva de
materia de mérito. iQuieres hacerla ligera? Amala. Cuan–
to mas esfuerzos hagas para· :sacudirla, tanto la sentirás
mas pesada. Ten enhDrabuerra el secreto de descargarte
de élla: otr'a que te inquiete mas, ocupará su lugar.
i
Quie–
res hacértela dulce
y
suave? observa los alivios siguien–
tes : r. Acepta de buena gana las cruces que pluguiere á
Dios darte, y no ·dexes_ de decir;le todos los dias en la
oracion de por la mañana: Divino Salvador mio, pues
para ser vuestro discípuloes necesario llevar tu .cruz, yo
acepto gustoso la que vos quereis que lleve;
y
os pido
que hagais que use de élla á honra
y
gloria vue, tra,
y
para provecho de mi alma.
'2.
Cuando tu amor propio se
inquiete,
y
la amargura se derrame en el corazon, dirái
con el Salvador:
iCómo no beberé el cáliz que mi Padre
me ha dado1
3. Cuando te Sl;ICeda alguna pérdida, alguna
afiiccion, algun motivo de pesar; cuando te den alguna
infausta noticia, di estas
hermo~as
palabras de Job:
Si
hernos recibido los bienes de
mano
del Señor,
¿por
qué
no
recibirémos
igualmente
los males
1
,
2
Es una accion de piedad muy santa
y
muy
útil,
no
solo aceptar todas 11uestras tribulaciones en satisfaccion de
nuestros pecados, sino tamhien pedir al confesor que nos
imponga nuestras propias cruces en
p~nitencia:
como eil·
Tom.11.
D 3