· · AÑO CHRISTIANO.
ent re ellos el de San Agustin e.q. el libro de la santa Vir-
ginidad, capítulo 4.
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·
En este e: tado permaneció María santísima exercitán–
dose en .todas las vir tudes con tanta gracia, que tenia
edificados
y
admirados
a
los sacerdotes. Como el Padre
Eterno la teni<i: elegida por hija amada, el Verbo divino
la tenia destinada para su madre ,
y
el E spíritu santo para
su esposa, toda la santísima Trinidad, de comun acuer–
do' babia llenado de dones sobrenaturales
a
esta santa .,
niña. Hechábase de ver en su modestia virginal , en su
hermosura
§obrehumam~,
en su castidad angélica , en la
inocencia de sus costumbres' y en la consumada perfec–
cion de todas sus obras, que aquella niña distaba tanto
de las demas , como dista· de lo sobrenatural lo terreno,
baxo
y
despreciable. Amábanla
y
venerábanla todos; y
los sacerdotes, que con mas atentos ojos veían su virtud
y
estudiaban las pro(ecías, encontraban en aquella santa
niña un sugeto muy
a
propósito para que por e1la tuvie–
sen fin las prolongadas esperanzas de todo el pueblo de
Dios. Era en él una especie de religion el haberse de casar
los jóvenes
y
las doncellas. en llegando
~
de terminado
tiempo, porque como esperaban recibir el Mesías pro
me~
tido por medio de la seminal propagacion , el culto de
su rel igión interesaba en ello. Por tanto,' quando las don–
cellas que estaban es el templo llegaban
a
ser casaderas,
y
carecian de padres que dispusiesen sus bodas, los mis–
mos sacerdotes las buscaban maridos, segun las circuns–
t ancias de la ley , con quienes pudiesen contraer matri–
monio. María santísima habia quedado sin padres, segun
afirm
1
Cedreno , teniendo solos tres años de edad : babia
crecido en el templo hasta la edad de
tr~ce
años ó de ca–
torce, como quieren otros,
y
era
ya
tiempo de que los
sacerdotes determinasen su colocacion , desposándola con
un varon justo de su misma extirpe que mereciese tener
en su compañía una doncella de tan rara hern:ílosura y
de tan
extraordin~rias
virtudes. Los sagrados evangel ios
solamente nos dicen que María se desposó con Josef; pero
callan .enteramente las particula.nidades
y
circunstancias
que ocurriéron' en sus desposorios. Nicéforo, en el libro r,
capítu lo
7,
refiere algunas · cosas:
Sam
Gregorio Niseno
adopta tambien alguna otra noticia en la oracion de la
Na-
~