. AÑO CHRISTIANO.
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DIA CATORCE.
San Diego, confesor, religioso de la órden
de San Francisco.
(*).
N
Aci6 al mundo San Diego en la villa de San Ni.colas,
diócesi de Sevilla , en el reyno de Andalucía. No te–
nían sus pobres padres con que hacerle una gran fortuna;
pero le inspiráron el temor santo de
Dio~,
que vale mas que
todos los tesoros. Tomó Dios posesion de su tierno cora–
zon , y el Espíritu santo·
fué
su guia desde su infancia. Por
eso desde ella amó el retiro y '. la oracion. Hízose desde en–
tónces reparar
y
estimar por su inclinacion
a
las
~osas
espiri–
tu~les
, por su modestia , por su abstinencia ,
y
por su pure–
za de costumbres. El mismo Espíritu santo le desvió del co–
mercio del mundo para que no perdiese en la juventud la ino–
cencia que habia conservado en la niñez. Fué Diego·
a
en–
tregarse
a
la direccion de un virtuoso sacerdote que estaba
retirado en una ermita no léjos de San Nicolas ., dedica–
do enteramente
a
exercicios de penitencia
y
de moriifica–
cion. En aquella soledad hizo nuestro Diego una vida san–
ta , desprendida de todo afecto terrestre , meditando las ver–
dades de la salvacion , orando incesantemente. Mantenfase
de limosna ;
y
para evitar la ociosidad ., el tie1npo que· le
dexaba libre la oracion
.y
los demas exercicios .espiritua–
les, le empleaba en algun trabajo de.manos; pero sin que
el mismo trabajo interrumpiese la oracion. Hiciese lo que
hiciese, siempre tenia
a
Dios
en la boca
y
en el corazon. No
vendia lo que trabajaba porque babia renunciado el 'dinero;
pero regalaba con ello
a
los que le daban limosna en mues–
tras de su agradecimiento, negándose generosamente
a
recibir
lo que le ofrecian en consideracion de esto mismo,
y
no era
absolucamente preciso para socorrer su necesidad. No pocas
veces repartia con otros pobres la limosna que le daban.Lle-
gó
(•)
Esta fierta
~elebrtJ
la Iglesi11 de Espa#a el dia once.