Table of Contents Table of Contents
Previous Page  221 / 550 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 221 / 550 Next Page
Page Background

NOVIEMBRE. DIA XIII.

183

algunas veces le era preciso tomar el ayre para desaho–

garse

y

no caer en deliq.uio. Quanto mas se acercaba esta

vícti ma del divino amor

a

la consum1cion del sacrificio,

ménos parece que la perdonaba ·Dios.

Ex

plicábase en lá–

grimas la ternura de su amor: siempre tenia bañados los

ojo~

en ellas:

y

el cardenal Berl amino escribe en su libro

int itulado:

el

Gemido de la paloma.,

que las derramaba

a

torrentes quando COf!Iunicaba con el Señor. De esta íntima

union con su Dios nacia aquella gracia par ticular que tt!–

nia para tranquilizar las almas turbadas y afligida • Con–

fi'ábanle algunos sus trabajos interiores;

y

luego que E ta-

.nis lao hacia oracion por ellos, experimentaban restituirse

a

sus corazones la calma

y

la serenidad. Su zelo por los

intereses de la madre de Dios

fué

superior

a

todo su en–

carecimiento. Movido de su vehemente pasion

a

la gloria

de esta

so~e

ana Rey na, hizo estudio particular en los au–

t ores de aquellos pasages mas sublimes

y

mas propios

para formar un elevado concepto de su grandeza. Pero la

víctima se iba cada día consumiendo. Aún no contaba diez

meses de noviciado, quando tuvo un interior presentimien–

to de que estaba cercana su muerte. Explicóse en térmi–

nos bastantemente claros para que se conociese su dispo–

sicion; pero atendiendo

a

su corta edad

y a

su

s~lud

' no

se dió mucho crédito

a

lo que po5itivamente afirmaba so–

bre su cercano fin. Como E stanislao amaba

a

D ios con to–

do su corazon., no podia amar la vida que le separaba de

él ,

y

deseaba la muerte que le babia de unir para ·siem..

pre con su adorado dueño: por eso la estaba continua–

mente pidiendo ,

y

al cabo fué oida su oracion. Rindióle

a

la cama una calentura,

y

esta primera señal que quiso

el Señor dar

a

Estanislao de que habian sido oidos sus de–

seos,

le causó una alegría, que se comunicó dd cora.zon

al semblan te. Mantúvose la enfermedad por al gun tiem–

po en cierta especie de consistencia., sin agravarse ni dis–

minuirse; pero al fin, cayó en un desfallecimiento tal, que

ya se comenzó a temer fuese d masiadamente cierto lo que

babia dicho de su muerte. Volvió en sí del desmayo,

y

se

le admin :s trá ron

a

toda priesa los sacramentos. Recibió

E~tanisb o

el viático

y

la extrem uncion con tanto gozo,

que no lo pudo disi mular en medio de su extremada debi–

lidad, manifrstándole en la fogosa vivacidad de los ojos y

M 4

del