NOVIEMBRE. DIA XIII.
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dos todos los demas medios que babia aplicado para con–
seguir lo que deseaba , resolvió tratar el .negocio únicamen -
te con Dios: púsose en oracion, levantó los ojos al cielo,
y
suplicó fervorosamente al Señor que le proporcionase los
medios de obedecerle. En el mayor fervor de es ta oracion
se
sintió fuertemente movido de dexar
a
Viena
y
alejarse
mas de su pais, conociendo bien que
Ja
cercanía
a
él sería
siempre estorbo
·a
sus piadosos intentos. Obedeció
a
la ins ·
piracion,
y
salió de Viena: al salir se desnudó de su ves–
tido ,
y
se le dió
a
un pobre : visti6se una túnica de tela
que llevaba prevenida : ciñóse con una cuerda, colgando
de ella el rosario : tomó un bordan en la mano ,
y
en este
trage de pe_regrino se encaminó
a
la ciudad de Ausbourg,
donde pensó encontrar al padre provincial; pero no ha–
llándole en ella., partió
a
Dilinga para avocarse con él.,
y
entre estas dos ciudades sucedió el prodigio siguente. Que–
riendo un dia comulgar, entró en la iglesia de una aldea
que estaba abierta ,
y
vió en ella unos paisanos haciendo
oracion. Pareciéndole buena ocasion para oir misa
y
rezar
sus devociones, se puso en oracion como los otros; pero
luego con.oció en el modo con que se celebrabaa los oficios
que era un templo de luteranos. Afligióse imponderable–
mente viendo profanados nuestros sagrados misterios por
aquellos impíos ministros;
y
como no pudo sati sfacer aquel
dia sus ansiosos deseos de recibir
a
Jesu-Chris to ,. lloró
amargamente ,
y
se · quejó con tan amorosa ternura
él
su
amado dueño , que mereció ser consolado ; porque mién–
tras
·1e
estaba dand.o estas amorosas quejas, vió venir ácia
sí una tropa de espíritus angélicos,
y
entre ellos uno que
traía en sus manos el pan de vida,
y
acercándose
a
Esta·
nislao con un ayre lleno de magestad, le dió la comunion,
. dexándole en posesion de Jesu-Christo. Halló Estanislaó_en
Delinga al provincial, el qual le amó desde que .le vió;
y
sintiéadose movido
a
favorecer sus santos intentos, quiso
probarle. Descubrió en él tan raras prendas
y
tantos do–
nes svbrenaturales, que desde luego le cons ideró como ·
él
un niño que enviaba Dios
a
su recien nacida religion para
ser con el tiempo una de sus mas brillantes antorchas. Coa
este pensamiento resolvió enviarle
a
Roma para desviar.,.
le mas de sus padres,
y
quitarlos la gana de retirarle
el.
vista de las dificultades quando llegasen
a
entender que es-
M 3
ta·