NOVIEMBRE. DIA XI.
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en
quien domina
el
orgullo,
a
quien tiraniza
la
pasion porque
la llegó
a
eagañar el demonio.
No permitais, Señor, que
a
mí me suceda esta desdi–
cha. Castigad mis pecados de otra manera : qualquiera
otro castigo me será provechoso ,
y
aumentad en
mí
el horror que tengo
a
esta ceguedad.
JACULATORIAS.
Beáti qui scrutántur
testimónia ejus,
in
toto corde exqulrunt
eum.
Salm.
u8.
Bienaventurados son .. Sepor, los que se aplican
a
conocer
vuestra ley,
y
solo aspiran
a
agradaros de todo
su .
corazon.
Tune
non
confiíndar
,
cum
perspéxer}J
in
ómnibus mandátis
tuis.
Salm. 118.
No, divino maestro mio, no caeré en ningun error miéntras
atienda sinceramente
a
guardar tus mandamientos.
PROPOSITOS.
L
A
conciencia , dice Santo Tomás , es aquella ap1icacion
de la
ley
de
Dios
que cada uno se hace
a
SI
mismo.
Ahora , pues, cada uno se aplica esta ley segun
sus
fines,
segun sus alcances, segun su modo de coºncebir,
y
lo que
suele ser mas comun , segun la inclinadon , los secretos
afectos.,
y
la actual disposicion de su corazon. Esto
es
lo que hace la falsa conciencia. De aquí nace aquella
seguridad, aquella orgullosa fiereza con que el herege de–
fiende obstinadamente sus
errore~:
de aquí aquella
furio–
sa dureza de juicio , aquella obstinacion en el cisma de las
gentes de partido: de aquí en fin , aquella funesta segu–
.ridad con que viven
y
mueren tantos seglares, tantos reli–
giosos
y
eclesiásticos tibios, indevotos, muy inmortificados,
poco observantes : tantas gentes engañadas por el amor
propio .,
y
tiranizadas por las pasiones. Evita esta des–
gracia: desconfia
de
tus alcances
y
de tu parecer: busca
un santo
y
sabio confesor, cuyos consejos has de seguir
escrupulosamente: sobre todo, mira con un santo horror
todo lo que suene
a
partido,
a
capricho,
a
novedad. Sé
hu–
milde, sé mortificado.. sé caritativo
y
devoto. Todo
lo
que
vulnera
la
caridad : todo lo que
nace
de
la
envi-
L 3
dia,