ENERO. DIA IV.
45
Dlligam te
Dómine
fortitzído mea.
Psalm.
17.
Sí mi Dios , y mi Señor, yo os amaré en adelante ; yo os
amaré, y siendo
Vos
mi fortaleza , esper9 amaros por to–
da la eternidad '
a
pesar de·mi epemigo el demonio.
.
PROPOSITOS.
!
~útilmente
se· concluye la necesidad de enmendarse , si
fa
vida no acredita prácticamente 1a enmienda.·
Exa–
mina séríamente,
y
con un espíritu verdaderamenre-chris–
tíano todp lo reprensible que hay en
tí,
todo lo que ne–
cesita reformarse. No hay alguna mala costumbre? No -
hay alguna ocasion próxima
ó
remota? Ese espíritu alta–
nero; ese genio impaciente; ese humor colérico; esa ba–
bi
tual delicadeza en el comer , en el vestir , y en todo lo
que se hace; esa negligencia voluntaria en el cumplimien–
to de las obligaciones del estado
u
del empleo; esa falta
de devocion , y aún de respeto en los exercicios mas sa–
grados de la Religion ; esa indevocion diaria que casi
ha
pasado ya
a
naturaleza; sobrados materiales ofrecen para
una gran reforma. ·Señala dos
ó
tres defectos de estos,
escogiendo los mas capitales; y no dexes pasar este dia
sin haber puesto en práctica lo que hubieres determi-
nado.
·
2
Acude hoy
a
la
Iglesia ,
asiste
al
Santo Sacrificio-de
la Misa, haz tus exercicios espirituales con tanta modes–
tia, con tanto fervor , con tanta devocion , que sean como
pruebas efectívas de la sinceridad de tus propósitos. Mues–
tra en todas ocasiones aquella dulzura , aquella modestia
christiana de la qual nos dió Jesu-Christo tan bellas , tan
concluyentes, y tan expresivas lecciones.
Y
para nutrir,
para fomentar esta buena voluntad, este nuevo fervor,
repite muchas veces entre dia las palabras del Profeta: Mi
corazon está preparado, Señor, mi corazon está prepara–
do,
Paratum cor
meum,
Deus,
pardtum cor
mewn.
Psal..;.
mo
56.
DIA
/