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AÑO CHRISTIANQ.
con el exercicio de una devocion mas fervorosa. - .
Es error pensar que las fiestas no son mas que dias de
descanso, y es mayor error imaginarlas como días que
se deben dedicar
a
profanas diversiones. Cesase en ellas,
es
verdad de toda obra servil ; pero es únicamente para
que nos entreguemos con mayor
desembara~o
a
-las sa–
gradas'
a
las que inmediatamente se dirigen al mayor
bien
de nuestras almas. Los dias de fiesta son dias de alt:–
gria , no
lo
niego ; pero
de una
alegria toda espiritual
y
toda santa.
Tambienes cierto que en los primitivos tiempos de la
Iglesia se estilaban muchos festines
y
convites en los días
de fiesta. Pero qué convites ,
y
qué
festines~
Aquellos,
dice Tertuliano, en que reynaba la frugalidad, se se,rvia
la templanza ,
y
se hacia ostentacion de la piedad ; festi- .
nes gue instituía la caridad,
y
alentaba la Religion para
contraponerlos
a
los escandalosos excesos de los Paganos.
Su mayor aparato era la modestia; llamabanse
Caridades,
porque todo el gasto que se hacia era principalmente en
obsequio de los ·pobres.
Vocátur Agape, id, quod penes
.Gr{(?cos diléctia est, quanturnczímque súmptibus constet,
~u-~
crum est, piet dti.s nóniine, ,fácere surnptum; síquidem in–
opes quoque refrigério isto juvámus
:
Los gastos que se ha–
cen en obsequio de
la
caridad no son gastos , que son lu–
cros; .empleansc a-quellos no tanto ,en el regalo de los
ri–
cos , como en el refrigerio de los pobres. Asi se explica
Tertuliano. Y pregunto: pudiera explicarse asi, si habla,–
ra de los festines
y
de los convites que en los días de fiesta
se suelen hacer en nuestros
tiempos~
Cada día se vé, que todo lo que es conforme
a
la in..
clinacion de nuestros sentidos , por santo que sea en su
,primitiva institucion , presto degenera en reprehensibles
excesos. Aquellos convites de la caridad
y
de la
Religion~
degeneraron ya en banquetes de Ja vanidad,
y
no pocas
veces del desórden. Hácense grandes gastos para conten–
tar la gula de
los
ricos, no para satisfacer la necesidad
de los pobres.
y
quántas veces '
a
costa del sudor '
y
aún
del crédito de los pobres, banquetean tii:anamente los ricos1
Entre los Fieles no debiera haber convite, en que no füe..
sen los pobres los primeros convidados. -
.
Es probable que la costumbre de echar Rey en este dia
sea