ENERO~
DIA XXIX.
445
.
,
·contró
a
mario'
y
tomar la escalera con precipitada
·fuga. Hízole mas circunspeéto esta viéloria;
y
renun–
ciando desde luego las malas com.pañlas de la gente jo–
ven , redobló sus penitencias.
Al
volverse
a
Saboya, quiso visitar
la
Santa Casa de
Loreto;
y
en aqúella celestial Capilla recibió
tales
fa–
vores,
y
experimentó su alma tales consuelos en pre–
mio de
la
ternísima devocion que profesaba
a
la
San–
tísima Virgen, que µo siendo fácil
imaginarlos, lo es
mucho menos referirlos. Renovó en ella el voto de per–
pétua castidad , que había hecho en París , y la resolucion,
que ya tenia tomada desde Padua, de abrazar el estado
Eclesiástico, como lo executó luego que llegó
a
Anecy.
Vacó por entonces la dignidad de Preboste en Ja Iglesia
Catedral,
y
fue provisto en ella
a
pesar de su humilde
repugnancia. Ordenado de Sacerdote solo pensó en des–
empeñar con el mayor fervqr las obligaciones
de
su dig–
nidad, ·
y
de su ministerio.
Era Obispo de aquella Iglesia Claudio Granier,
que
amaba tiernamente
a
Francisco,
y
le miraba ya como
a
su sucesor. Mandóle que predicase;
y
lo hizo con
tanto espíritu,
y
con tanta eficácia, que logró por fruto
de su primer sermon trescientas conversiones , grandes,
y
ruidosas.
No
es
ponderable el gusto
con
que le
oían,
ni el fer–
vor,
y
la eficácia con
que
predicaba. Era
voz
comun,
que no habia obstinacion tan empedernida
~
que pudiese
resistir
a
su devocion en el Altar , ni
a
su eloqüencia
.en
el
púlpito~
Andaba
sin
cesar de aldéa en aldéa,
y
de choza en
choza .,
instruyendo
a
in.umerables
po–
bres rústicos
e
ignorantes, que
vivian
en el Chris–
·tianísmo casi sin conocerle;
y
sus primeras excursiones
apostólicas ganaron tantas almas para Jesu-Ctiristo , que
asi el Obispo de Genova , como el Duque de Saboya,
le hicieron Misionero del Chablais. ,
no
dudando
que
habia
de
ser su Apóstol.
Luego que Francisco recibió su
mision ,
marchó
él
b~scai:
al
enemi~o,
'y
sin,acobardarl,e estorbos , trabajos,
m peligros, fue a atacar a la heregta hasta en sus mis–
mas trincheras.
A
vista de
las
Iglesias arruinadas
efe
los Monasterioo asolados ,
y
de las cruces echadas
'por
tier-
r