AÑO
CHRISTIANO.
penitencias,
y
de una
~alud
muy delicada' pudiese
a
un
mismo tiempo dar luz a tantas, y t
an excelentes
obras~
gobernar con tanta apli cacion, y
~?º
t.anadmirable pn:–
dencia una de las mas vas tas D1oce
s1s de todo el Uni–
verso ; predicar casi todos los dias ; atender
a
las nece–
sidades espirituales,
y
corporales de tantos pobres , de
tantos huérfanos,
y
de eantas viudas; y sob-re
todo esto
aplicar tambien no pequeña parte de su cuidado
a·
vein–
te y ocho Provincias Eclesiásticas sujetas al Patriarcado
de' Constantinopla. En med!o de tantas, y
tan graves
ocupaciones , ningun día dexó de celebrar el santo
sacri~
:ficio de la Misa;
y
i.p
hacía con tanta devocion,
y
con
tanta ternura, que siempre derramaba el Señor en su al–
ma mil consuelos celestiales. Solo una vez dexó de comu–
nicars.elos, y aún entonces el mismo
Di os
le <lió
a
enten–
der que no habia sido culpa suya, sino por una falta que
babia cometido el Diácono que le asistía.
No podian falt ar envidiosos
a
un mérito tan extraor–
dinario, y
a
una virtud tan ilustre. El ardor de su zelo,
y su constante entereza le grangearon muchos enemigos
asi en la Corte, como entre el Clero. Principalmenfe el
Patriarca de Alexandría Teófilo , hombre ambicioso ,
y
de
vida poco exemplar, lleno de avaricia, y de genio muy
viGlento , _no podia llevar en paciencia las bendiciones que
Dios echaba al zelo de San Chrisóstomo. Los Monges
de Nitria,
a
quienes llamaban por otro nombre los Fray–
les grandes , se quejaron de él en el Tribuhal de nues–
•tro Santo , porque los había maltratado injustamente ;
y
Teófilo, para eludir la acusa.don, resolvió perder
a
los
acusadores; y aLJuez.
-
Algunos Clérigos de Constantinopla, que no podian
sufrir la regularidad de vida
a
que el Santo los precisa–
ba, varios Obispos, no de los mas exemplares ; diferentes
Abades , de aquellos que frequentaban mas la Corte,
que el Monasterio , entraron fácilmente en la conspira–
cion ,
y
mas quando supieron que la Emperatríz
~udoxla
estaba irritada contra el Santo Patriarca, porque babia
predicado contra los desórdenes ,
y
contra la profanidad
de las mugeres. Parecióle
a
Teófilo que no podia ser la
ocasion mas fayorable para sus intentos ;
y
habien–
do ganado con dinero
a
los Ministros del Emperador,
con-