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AÑO CHRlSTIANO.

PUNTO

SEGUNDO.

G

Onsidera quántas dificultades se les repre entarian

a

estos Santos Reyes para desviarlos de emprender

aquel viage. El camino es largo y malo ; la estacion as–

pera Y. cruda ; no vemos urgencia que nos precise ; tiem–

po tendrémos para emprender esta jornada con menos

incomodidad ; ·1a estrella no habla solo con nosotros, que

con todos habla , y no vemos que otros se muevan , ni se

inquiet'en. No son unos discursos muy semejantes , unas

quiméras muy parecidas las que aún el dia de hoy nos

est?rban el seguir las impresiones de la div.ina _gracia?

Y

que? quando se t rata de obedecer la voz de Dios ; de

cumplir. las obligaciones de Christiano; de ser felíz

ó

in–

felíz eternamente ; de as.egurar mi eterna salvacion , me

han de servir de embarazo

1

el tiempo , el lu.gar , la edad,

la condicion, los respetos

humanos~

Nada de esto nos

detiene quando se trata de un interés , de una ganancia,

de un empleo, dé conservar la vida ; y solo quando se tra–

ta de la Bienaventuranza eterna, de la amistad de un Dios,

de mi eterna felicidad , entonces todo me hace dificultad,

todo me hace estorbo. Quántos prudentes

a

lo del mundo

se burlarían entonces de la credulidad de 10s Santos Re–

yes , tratandolos quizá de sencillos? Pero el dia de hoy

habrá quien los califique de muy .fáciles ,

o

de nimiamen-

te

dóciles~

·

Encubrióseles la estrella por algun tiempo; mas no por,

eso quedaron sin auxllios y socorros. Siempre hay libros

. espirituales y devotos , nunca falta la luz de los Direétores

prudentes

y

zelosos. En medio del tumulto , del bullicio

del mundo son poco freqüentes, son muy raras las gra–

cias extraordinarias y sensibles; debilitanse mucho q ando

nos paramos dentro de él; pero en saliendo del bullicio

y

del tumulto ' vuelve

a

descubrirse la estrella , y con

ella el consuelo y la alegría•.Dichosa el alma que es cons–

tan temente fiel

a

la gracia! Qué. consuelo haber sidomas

fiel que otros en seguir la estrella, quando

se

logra la di–

cha de haber encontrado

a

Jesu-Christo! E ta es la suer–

te de todos los que le buscan con valor , con constancia

y

con fidelidad. ·

·

-

No mireis , Señor ,

a

mís pasadas 'ingratitudes; brille

de nuevo la luz de vuestra gracia; que determinado es–

toy