DEPóTOS.
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t1r
con menos
irreverencia al Sacrificio incrueAto del
Dia XXIX.
erpo precioso
y
de la adorable Sangre de Jesu-
hristo , del que no eran sino figuras los sacrificios
y
eremonias de la Ley
antigua~
Nos pasmamos al ver
los terribles azotes, de que se sirve Dios para
casti~
garnos. Es
verd~d
que tenemos en nuestra mano con
que aplacar
á
un Dios irritado; la Víétima que se sa-
crifica sobre nuestros altares, es mas que bastante pa..
ra desarmar su enojo. l,Pero ignoramos, que es
múy
justo castigue Dios con severidad la menor irreveren..
cia que se corneta contra
ella~
Oza cae muerto de
repente , solo por haber alargado la mano con poco
respeto ácia el Arca, aunque lo hizo por un motivo
loable ;
i
y
qué castigos no ha hecho Dios sobre los
que asiMen
sin respeto al Santo Sacrificio! La Justi-
cia de Dios siempre
es.lamisma; 1a divina Víétima
sacrificada por nuestros pecados , se profana muchas
veces en la misma inmolación. ¡Quántas veces la San-
gre del divino Cordero, derramada para alcanzar mi...
sericordia , clama al Cielo por la venganza contra la
profanadon
y
el sacrilegio! el herege es impf.o, rehu-
sando creer la presencia real de
J
esu-Christo en el
Sacrificio de la Misa; ¿pero es menos irreligioso
y
menos criminal el Católico , que creyendo
esta
eal
presencia , asiste á este
tremendo
Sacrificio con
tan-
ta
irreligion ,
y
con tan poco
respeto~
El Evangelio es del capítulo
10.
de San
1uan.
I
N illo térnpore, dixiv Jesus Pbar.fsa'is: Ego sum
pastor bonu.s. Bonus pastor
ánim.amsuam dat
pro óvibus
suis.
Mercenárius autem
,
&
qui non est
.
.
p~