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os
iciembre. ser "monos en recogimiento,
á
lo menos
la
Vigilia
de su Nacimiento. No pasémos este día,
ó á
lo me–
nos este medio dia en otra éosa que en rezar, en
meditar
y
en exer itarnos en obras de misericordia.
Pensémos en preparar nuestra alma
y
en adornarla
con el exercicio de las mas excelentes virtudes. Solos
los corazories limpios tienen el rrivilegio
y
la dicha
de verá Dios. Esra pureza de corazon es lo que
pi–
de
Dios
á
todos los gue vienen
á
adorarle en el pe–
sebre. La humildad de corazon ,
la
qual es insepa–
rable de esta pureza, es uno de los principales
ador~
nos qae el Niño Jesus pide
á
todos los que vienen
á
hacerle la corte. Finalmente, como el amor inmen–
so
que tiene Dios
á
los hombres, es quien le
hizo
en–
carnar
y
nacer; así tambien lo, que Dios pide
á
los
hombres es este amor ardiente ·; vino
él
misruo
á
en–
cender este fuego divino,
y
no quiere sino que ar–
da. ¡Dichoso aquel que en esta gran Fiesta se siente
abrasado de este divino ·fuego!
Dignáos, Señor, encenderle en
mi
corazon ,
y
darme con él todas las santas disposiciones que de–
bo tener el día felíz de vuestro glorioso Nacimiento;
yp
os las pido
por
la
intercesion de uestra Santísi–
ma Madre
y
de San Joseph;
y
espéro con una firme
onfianza
que
las he de obtener,
.
,,.
JA--