DEVOTOS.
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habian pérdida ; iba de casa en casa consolando
á
Dia
XXII~
los fieles ,
y
metiendose hasta en los soterraneos,
donde el temor los habia juntado. Se le
veía
en
las..
prisiones exhortar
á
los generosos Confesores,
y
su..
bir él mismo sobre los cadahalsos , para fortalecer-
los
y
alentarlos al martirio. A todos se extendia su
zelo
y
su caridad; c9nsolaba
á
unos, ánimaba
á
otr.os,y
hacía bien
á
todos.
.
Un zelo tan puro
y
.tan aB:ivo,
y
·una caridad '
tan religiosa no fueron tolerados mucho tiempo por
los perseguidores. Avisaron al Emperador que Fla- •
viano , antiguo PrefeB:o , con3ervaba la
fe
de los
Christianos contra los ediétos que él mismo habia
publicado ,
y
que
hacía
inútiles todos los artificios
de los Idólatras. Irritado el Emperador contra este
digno siervo de Jesu-Christo, mandó
á
Aproniano,
succesor de Flaviano en el empleo de Prefeéto , que
sih tener respeto
á
su calidad,
á
su edad, ni
á
los ser–
vicios que habia hecho al Estado ,
le
hiciese pren–
der,
y
le obligáse,
ó
á
renunciar su Religion,
ó á
aca...
bar
la
vida en los tormentos.
Aproniano, hombre cruél
y
bárbaro, executó al
punto la orden del Emperador. San Flaviano fue pre..
so,
cargado de hierros,
y
encerrado en
un
obscuro
calabozo. Este Ex-Prefeéto , tan respetable por sus
empleos
y
por su propio mérito, fue preguntado por
el
Juez ,
á
lo que respondió con
un
ayre determina–
do ,
y
con un tono que dió
á
conocer claramente
al
Juez, que su fe era
á
toda prueba ; que era Chris–
tiano,
y
que ésta era· la única qualidad de que se
preciaba ; que estaba pronto no solo
á
sacrificar to–
dos sus
bienes
,
sino tambien
la
vida
por su
Religion;
Ee
que