DE
VOTOS.
una fuente de vida; es nuestro consuele en este triste Dia
XVIII..
desierto ; es nuestra esperanza en medio de todos los
peligros ; mal que le pese
á
la heregía, la Iglesia
la
llamará siempre, la saludará
y
la invocará baxo to-
dos estos augustos
y
dulces títulos:
Vita,
dulcédo,
&
spes
nostra,
salve.
P U N T O
S
E G U N D O.
C
onsidera, que nadie fue eleyado jamás
á
un tan
eminente honor, como el de ser Madre de Dios.
María
comprehendió
la
grandeza
y
el
precio de este
favor infinito; pero siempre refiriendolo á Dios,
y
no
á
sí; jamás la v ino
á
la imaginacion el que ella tuvie..
se alguna parte en esta elevacion
~
toda la gloria
de
esta obra , toda la honra, la atribuyó
y
la refirió
úni–
camente
á
Dios:
Magnificat
ánima mea Dóminum,
mi alma ensalza al Sefior. Esta Señora no se regoci–
jó
en sí, no por sí, sino únicamente
(. 0
Dios
y
por
Di
:
&
exultávit
spfritus
meus in Deo salutari meo.
B
lia leccion para nosotros,
que
corrompemos lama..
yor parte de
los
fa
ores
que
Dios nos hace,
por un
secret
engreimi nto de corazon ,
y
por una se–
creta c mplacencia
en
nuestra propia €xcelenc'ia.
Un
orgull sordo
y
secret corrompe todas nuestras
mejor
s
bras. La
0ancísima
Virgen
conoce que
Dios
ha he1.:h en ella gr ndes
co ~ a s;
y
sin embargo no
con..
cibe una alta id a de su pr
pia grandeza,
sino
que
publíca que Di
sol
es
propiamente grande pode–
ros
y
anto:fecit mihi
magna
qui potens est,
&
sanc–
turn nomen
ejus.
Quan.t se
e mas
en~alzada
por su
augusta dignidad
de M dre de
Dios, tanto mas se
hu-
..