E XE RC ICIO S
Diciembre.
vilegio,
que la
sea de tal modo propio,
que
no
con–
venga
á
otra persona que
á
ella.
~Pues
quál es esta ven-.
taja_que Dios se propone con preferencia
á
todas las
-Otras,
y
que hace el caráB:er
y
distintivo de la grande–
za
de
María'?
tquál es esta insigne gracia que la hace
digna de ser Madre de Dios'?
i
quál es este privilegio
singular
que
la distingl:le de los Jeremías, de los Bau..
tistas, de todos los mas grandes Santos,
y
de todas
las Vírgenes. Es, sin duda, la gracia insigne
y
esp~·cial que distingue tanto
el
primer momento
de
su
Con–
.cepcion., La santificacion en el seno
de
su Madre,
un
nacimiento del todo santo no hubieran sido un privi–
legio particular de la Madre de Dios; que, en sentir
.de los Padres, recibió mas gracias ella sola
y
mas in–
signes favores qqe todos los Santos juntos;
y
á
quien
Dios dió todas las gracias, toda la perfeccion, toda la
gloria qne el entendimiento puede concebir en una pu–
ra
criatura, dice Santo Tomás de Villanueva,
y
coda~
vía
mas de lo que el espíritu humano puede
conc~bir;
(a)
en :fin,
dice
San Bernardino de Sena,
á,
q,uien
Dios
díó una gracia
tan grande
y
tan
singulár, qual
podiadarse
á
una pura criatura.
No
hay,
propiament~
·hablando, otra prerogativa
que la
de su Inmaculada
Concepcion, que la distinga
de_
todo lo criado.
Toda eres hermosa en tu Concepcion,
dice el
sábio
.Idiot~;
ved aqui la sola prerogativa
que
el Señor
-ha juzgado digna de la Madre que escogió ;
y
ved
aquí
tambien lo
que
da
un lustre singular
á
la glo–
ria
de la Madre
de
Dios. Este privilegio único es el
que
{a)
Serm.
a.
il~
N
at.