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VrnA
DE LA
.
mas cabal
I
mas santa , dice San Bernardino. Descen–
diente de
~avid
y
de tantos otros Reyes como contaba
entre sus antepasados , habia heredado la gloria de ro–
dos ellos. Dotada de las qualidades naturales que habia
recibido de Dios , era , como habla San Bernardino , la
obra
mas perfeéta que vieron los siglos ; n
1
inguna de las
hijas de Israél pudo jamás .compararse con ella en el
conjunto maravilloso de gracias
y
perfecciones sobre-.
salientes , de que se hallaba enriquecida ; de ella
fue,
de quien babia dicho el Espirittl Santo por el Profeta:
(a)
Multce
ftlice congregaverunt divitias
;
tu supergressa es.
universas
:
Son muchas las doncellas ilustres por su
nobleza , por _sus virtudes , por
sus prendas , por su
mérito ; pero n inguna ig uala con mucho al tesoro de
.gracias con que el Cielo te ha privilegiado
a
tí, nin–
guna hay que no sea inferior
a
tí
en dones naturales
y
sobrenaturales.
El
nacimiento de la Santísima Virgen fue
sin–
ruido
y
sin aparato , cqmo el de Jes-u-Christo habia
de
ser bastante obscuro
a
los ojos del mundo.
Ha–
biendo querido Dios que hubiese una perfeél:a con–
.formid ad entre el nacimiento de la mad re
y
el del hi–
jo , es facil concebir qual sería el gozo de
todo el
Cielo
,
al vér nacer
a
la que estaba yá
reconocida
por Reyna de c·elo
y
tierra. M;_i chos Santos
Padr~s
creen, que el Angel que anu nció
a
San Joaqu ín
y a
San–
ta Ana , que t ndrian una h ij a sin embargo de su aban–
zada edad
y
de su la rga esterilidad ' les había dado
a
en–
tender al
mismo
tiempo , que e ta dichosa hija sería
-l\1 adre del .Mesias ; lo cierto es , que j amás se vió
,.oiña mas querida de sus Padres , ni que mereciese
mas
(a)
Prov.
I
9.