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VIDA DE CHRISTO
tamento está lleno de figuras proféticas de este div ine
Libertad(t::. Manifiestese una sola que Jesu-Chriso
1-10
haya cump 1ido :
t,
qué rasgo de su vida , de su
pasion y de su muerte no es la pintura que los Pro–
fetas habían heicho de él mas de mil anos antes
'?
El
-mismo dixo postivamente, que era hijo de Dios , que
era el Mesías prometido,
y
lo probó
y
demostró, t,pe–
ro con quantos milagros
'?
t,
y
no subsiste todav ía el
mas estupendo, el mas persuasivo de todos estos mila·
gros segun
el
sentir de todos los Santos Padres
'?
¿,no
lo vemos con nuestros proprios ojos en la entera abo.
licion , en la ruina total del Paganismo, des pues del
nacimiento de Jesu-Christo, y en el milagroso estable..
cimiento del Christianismo por todo el Universo so–
bre las ruínas de la idolatría'?
(a) Hr,ec est victoria quce
vincit mundum, jides nostra.
La viB:oria que la fé ha–
conseguido en todo el mundo, purgandolo de todas
las supersticiones paganas, es un milagro visible
y
per–
manente.
Es preciso confesar , que la omnipotencia
y
la
divinidad de Jesu-Christo se manifiestan de una ma–
nera sensible en la conversion de todo el Universo.
Esta es una de aquellas verdades palpables de primer
cSrden , tan evidente ; que hasta los sentidos, por de–
cirlo asi se vén precisados'
a
servir
á
su infalibilidad.
El desreglo de las costumbres puede llegar
a
oscure–
cer esta evidencia; pero para ello ha de debilitar antes,
ha de apagar las luces mas comunes de
la
razon: nin–
gun hombre como no haya perdido enteramente la
razon, como le haya quedado la menor tintnra de
nuestra religion, dexará de exclamar con Marta:
(b) Sí
S eñor
,
vos sois Christo
,
Hijo de Dios vivo
;
y
se
(a)
1.
Joán.
5.
(b)
J-oán.
1
r.
pue-