VIDA DE CHRISTO
§.
LV l.
:JESU-CHRISTO ENVIADO A HERODES,
y
vuelto
a
enviar
a
Pilatos; quien aunque persua–
dido de la inocencia del Salvador
,
lo hace
·
cruelmente azotar.
O
endo Pilatos hablar de Galiléa , creyó haber
hallado modo para salir del embarazo en que se
hallaba,
y
no tener parte en la sentencia de aquel ino–
cent€. Preguntó pues
a
los Judíos , si J esus era súb–
dito de Herodes Tetrarca , es decir, del Governador
en Gefe de Galiléa, el qual
a
la sazon se hallaba en J e–
rusalén; y sabido que Jesus pasaba por Galil /o, remi–
tió el acusado y los acusadores
a
Herodes. Hol góse s–
te mucho de vér
a
un hombre ' de quien había oído
contar tantos prodigios , esperando que haría en su
presencia algun milagro estupendo: pero un Tirano
que tenia aun las manos teñidas con la sangre de
San Juan Bautista; un Príncipe infame sin honra
y
sin
religion , no merecía que el Salvador contentára su
curiosidad
y
sus vanos deseos.
Y
así;
y
aunque le hizo
muchas preguntas frívolas, pero como había hecho
morir al que se decía
la
voz del Mesías, no se dignó
Jesus responderle ni una palabra. Este silencio admi–
ró mucho
a
Herodes , quien trató
a
Jesus de insensa–
to;
y
habiendolo hecho revestir por irrision de
un.man~_
to blanco, que al mismo tiempo no dexaba de ser figura
de la inocencia del Salvador, despues de haberlo des–
preciado, con su exército y su corte, lo remitió
a
Pila–
'--
.
--
tos,
)
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