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46!2
EXERCICIOS
LA OcT
AvA
en verdad
os
digo ,
que
si no comeis la carne del
Hij0 del Hombre,
y
si no bebeis su sangre , no
tendréis vida en vosotros ;
y
estad bien persuadi–
dos que el que come mi carne
y
bebe mi sangre,
tiene la vida eterna. Esta verdad tantas veces re–
petida,
y
dicha en términos tan daros
á
unas gen–
tes que· la hallaban tan dura, es una prueba con–
cluyente de la realidad del cuerpo
y
de la sangre
de
J
esu-Christo en el Santísimo Sacramento ;
y
co–
mo si todavía no se hubiera explicada bastante el
Salvador añade:
Caro enim mea vere est cihus
,
&
sanguis mms verc est
pottts
:
Porque mi carne es,
no en figura , sino verdaderamente una comida ,
y
mi sangre es verdaderamente una bebida. Al oíros
hablar así,
ó
Salvador mio , exclama el sabio In–
térprete
ya
citado , no temo pronunciar que si soy
engañado , me habeis engañado V
0s;
el herege re–
husa adoraros baxo las especies de pan , porque no
cornprehende cómo podeis estar allí; ¿pero acaso
comprehende mejor cómo sois uno en tres per–
sonas?
¿Os habeis explicado mas
clarament~
so–
bre el
mister.iode la Trinidad, que lo' haceis aqui
sobre
el de laEuca¡istía? Y queriendo decirnos
que estais realmente presente baxo las apariencias
de pan
y
vino en la Eucaristía , ¿podíais hacerlo de
.
'
.
una manera mas precisa, mas expresa,
y
en term1-
nos mas daros ?
Se <liria que
J
esu,Christo teme
siei~pre
no ha–
berse explicado todavía bien sobre la realidad de
este misterio ; como quando se teme que no se ha–
ya entendido bien lo que queremos decir, reperi–
mos muchas veces la misma cosa con expresiones
di-