D E V OTO S.
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menos idiotas y menos groseros;
no hubieran
sido
DE
P
ENTE–
una prueba tan clara
y
tan
convincente de la divi- cósrEs.
nidad de Jesu-Chrisro, de la virtud
omnipotent~
del E spíritu Santo, de la verdad
y
de la autentici-
dad
de
nuestra Religion , de
la
santidad
y
de la
ver..
dad de su doélrina.
Así este prodigio
hizo
desde luego tanta
irnpre–
sion en los espíritus, que el fruto de este primer sec–
mon de
San
Pedro fue la conversion de tres
mil
per–
sonas. Nadie ignora las pasmosas maravillas que
se
siguieron
á
esra.
¡Qué
de milagros,
qué
de conver–
siones milagrosas enQ1edio de Jerusalén
! ¡
Qué de
prodigios en toda la
J
udéa , en la Samária ,
y
con–
forme
á
la palabra de Jesu-Christo, en todo el mun–
do! Eran precisos los milagros para establecer
la
Iglesia de
J
esu-Christo; en todos tiempos habrá mi–
lagros
en
esta Iglesia ; ¿pero no puede decirse que
el establecimiento de la Iglesia es un milagro per–
manente ,
y
d
mas grande , el mas estupendo,
y
el
mas convincente
de
todos los
milagros~
Doce pobres Pescadores , tales como los hemo¡
pintado, sin armas, sin dinero , sin arte , sin apo–
yo, forman el designio de
·establ~cer
en todo el
mundo una nueva Religion ,
y
de empezar
la
obra
destruyendo y condenando todas las demás Religio–
nes del
mundo.
Se
proponen hacer que en toda
la
tierra no se adore sino un solo Dios en tres Perso–
nas ; esto es, tres Personas realmente distintas,
sien~
do cada
una
Dios ,
sin que haya
ni pueda haber
mas que un solo Dios ; hacer que se crea que este
Dios se había hecho hombre ,
qu~
habia muerto
en una Cruz para
redimir
á
los
hombres; que ha-
. T
4
bien~