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EXERCICIOS
DoMlNGO res de este prbdigio hubiesen sido los Apóstoles,
gentes sospechosas
é.
interesadas en publicar este
hecho ; pero lo son los mismos Soldados , los qua–
les testigos oculares de la Resureccion , la denun..
cian
á
los ·Pondfices,
y
confunden con esto suma..
lignidad. Porque acusar , como lo hicieron , la ne–
~ligencia
y
el sueño·de los Sold,ados, es una excusa
ridícula , dice S. Agustin,
y
qué hace todavía mas ·
incontestable la milagrosa ·Resureccion del Salva–
d.or.Porque si los Soldados velaban ,
<
cómo
pu~
dieron
á
sangre fria dexar· romper el sello, levan–
tar
y
volver
l~
piedra ,
y
hurtar el Cuerpo?
y
si
· dormian, (son
abon~dos
pafa negar el prodigio?
La ficciort es demasiado groséra , para que tenga
ni aún la me
nor vislumbre de probabilidad.
¿
Es
verosímil que
to.doUR
cuerpo de guardia se haya
d9rmido?
e:
que ni uno de tantos-Soldados haya ·des–
pertado al ruido ,
qu~
necesariamente han debido
hacer un gran número de· personas para echar
J
un lado la piedra , para sacar el Cuerpo del sepul–
cro ,
y
hacerle pasar por
un~
abertura
muy
estrecha
á
fuerza de brazos? ¿Qué letargo no cederia
á
aquel
estruendo ,
á
aquel tumulto
?
(Pero quién pudo
inspirar u.n valor tan repentino , una osadía tan
peligrosa ,
á
un puñado de pobres Pescadores, que
á
la sola nueva de la prision del Salvador ha–
bían echado todos
á
huir,
y
de los quales el mas
determinado,
á
la simple acusacion de una .cria–
da , babia jurado no ser su Discípulo
?
Aún mas:
~i
los Discípulos se reduxeron
á
hurtar' el Cuerpo de
su Maestro , es preciso estén convencidos de que
Jlo puede resucitarse despues de habérselo asegura-
(
do