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.
DEVOTOS; .
.
tos
á
toda suerte de personas por Dios ; ya sea al
DESPUESiDE
Rey , corno al que es sobre todos, ya
á
sus Gober-
P
ASQUA.
nadores, como
á
unos enviados del Monarca para
.hacer justicia,
y
como á los que
han
·reciibido de él
la
autoridad. En aquellos primeros
~ieRJpos
era
una
acusacion muy comun contra los Christianos , de–
cir que inspiraban á los pueblos , no solo el espíritu
de rebelion contra las Potestades legítimas , .sino
tambien
~l
desprecio de los Dioses. Este último ca–
pímlo era evidente ;
lo~
Christianos no adoraban
sino al solo verdadero Dios, mirando con el mayor
horror
á
los ldolos; pero no se les podia acusar sin
calumnia de ser rebeldes
á
los. Príncipes, aunque
· fueran paganos. La Religion Christiana no insp_ira
..sino sumision , fidelidad , dependencjaJ
y
se ve
él
cuidado
y
zelo con que les Apóstoles San Pedro,
y
San
Pablo se aplicaron á inspirar
á
todo? los Fiele¡
este espíritu
de
obediencia
y
de ·surnision. Ningun
pretexto , ninguna razon puede jamás
1
aurorizar
la
rebeljon contra su Príncipe; siempre será verdad
que tiene de Dios
la
autoridad que exerce. Si los
Príncipes abusan de su p,o er, si su vida es poco
christiana , si tienen la d
acia de profesar una
Religion falsa; este no es motivo, dice
T~rmlia
..
no , para negarles la obediencia que les es debida;
de Dios es de quien han recibido
el
derecho
que
tienen de mandarnos. Pero nq basta obedecerlei5,
es
menester amarles ,, honrarles ,
y
desearles toda
_suerte de prosperidades en esta vida ,
y
la salv:.;;_..
cion en la otra :
l'hristiánus tJulJÍus est hostis,
n~áum lmperatÓris
,
quem Jciens
a·
Deo suo. conJtÍtui,
"eclue
ut ut
&
ipsum
dí~igat.,
&
re-vereátt1r, .
&
.
14
ho ...