68 / 426
EXERCICir!>S
·•
·Martes
~sase1
verter
su Sangre
,:s·ino.
porque
óo
qheria: '.
pf·eve.
-nir el
t~empo
deterr11tinadq. ¡mr
-Sll
Pa'<rlre
paTa
la
con~
·sumac10n de su 'sacríficio
1
,~)'para
e1 cumplimiento
de
-la
grande obra de mwstra redencion. Le hubierJ sido
muy
facil al Salvador librarse milagrosamente de
la
~persecucion
de los Judíos , pero como habia de
ser
Prirlcipe
y
cabeza de tina religfon
que
debíá ser
per–
seguida continuamente, no quiere hacer nada que
. sus miembros. no puedan imitar.
En
la escuela
del
lnundo es..
bh~eza·
ceder
a
SUS
EmemÍgos,
ert Ja
escue-:–
ia
ae'.Jes·tl:-t~ht'Íst~·
~S
1
~ir~trcb,
es
grarideza de alma;
el
'sufrit' coi:i paciencia
'SUS
1vio1énciás. Estando cerca
fa
Fiesta de los Tabernáculos , una de
las
mas céle–
bres entre los•Judios, que caía siempre en el mes de
Septiembre, sus p·aysanos,
yá
s~a.
que
lo
foesen en
el
· efe-éM
por
la
Santísima
Vir~en,
10
que pasas
en porta–
ies por. serlo de San Josepli.1, le1dixernn que ser.fa
Lnu·
·cho mejor ir
a
Judéa'
y
espeCialmente
a
Jerusalén,
qüe ·dét€nerse'mas tiempo
en
una Provincia tan pe–
~
neña
como, la Galiléá.
~1e
' si
era enviado de Dios,
'€01110
decia, si sus milagros. eran -obra;S de ·Dio , .
y
prueba5 cierras de la verdad de
su
doéh1na ,
y
de la
dignidad de su persona, no debia enterrar en la os–
:cti.ridad estos dones de Dios ,
q
ne debia.manifestarse
al mt1ihdo;
qµ
teniendo muchos Discipulos en
Ju–
déa ,
y
particularmente en Jerusalén , dehia ha el!
foesen~
testigos de las marav1llas que obraba' para
que creyesen mas bien lo que.les predicaba.
Y
en fin,
que
~n
la
Capital era 1propiamente )·donde debia dár
senal€s visibles
1
de!
lo 'que efa
...
f~ . darse
a
oonocer
al
inmenso pueblo ·cl.e
·qt:),,e fse-
~omponfa.
El
<;iesprecio
y
la
buf9nad~a
te.ni~n
nias
par~e
en esta advertencia,
.,
que