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EX ER.CICIO
'S
. ···:Martes Corte ,
·y
visto'que el sello estaba intaéto, lo quitó;
y
habiendo entrado, vió la mesa del Altar despojada
de quanto
se
había puesto en ella el <lia anteceden–
te; yolviendose entonces
a
Daniél, le dixo con un to...
no
se~ero
;e
indignado: 2Dónde está el engaño y la
fa–
lacia qüe suponías en los Sacerdotes de Bél2 Sonrien–
dose Daniél al oír al Rey, le dixo:
Os
suplíco, Señor,
no paseis mas adelante. Vea vuestra Magestad este
pavimiento , considere de quién son estas huellas.
Son,
dixo~
él
Rey , huellas de pies de hombres, de
mugeres,
y
de niñ0s';
Videovestigiavirorum
,&
mu–
lierum
,
&
infantium.
Descubierta
la
rrarnpa , fue
fa–
cil descubrir tod0s
los
sotenaños por donde venían
todas las noches ; lo que irritó tanto al Rey , que
hizo que allí mismo quitasen la vida
a
todos aque–
llos impostóres con sus mugeres
e
hijos. Asimismo '
mandó demolér el Templo , y hacer pedazos el !dolo.
Había en
fa
misma Ciudad otra·ridicula divinidad,
cuyo Idolo estaba animado; este era un Dragón mons..:.
truoso que adoraban
los
Babyloníos. Confieso , dixo
el Rey
a
Daniél, que Bél era un
Dios
.muerto ; pe–
ro no puedes negarme que el Dragón
a
quien tene-.
mos
y
tributamos una particular veneracion ,
es
un
Dios
vivo
:
2Por-qué no le has de adorar 2 Amaba
el Rey
a
Daniél ; pero como este fi el Ministro des–
preciaba
a
tpdos l9s
Dioses ·
d~
l<;>s Babylonios,
hubiera deseado el Príncipe que hubiese sido de la
misma religion qüe él, pata-que de este modo .no fue-.
se tan odioso al pueblo. Señor , respondió Daniél;–
el Dragón que adorais , como
a
un Diqs, con la mas
Iastinfosá superstiGi6n ; 'ººes .sirio ufl
v.Ílanimál que
yo
me-ofrezco
a
roatar
sin
palp~
y,
si.n
esp~da'
si<
vues-.
tra
..