EXERCICIOS
Lunes
te un moribundo ,
a
quien se acaban de administrar
los últímos Sacramentos,
ya
quien no queda sino
un soplo de vida; es un reo que vá
a
comparecer an–
te el Soberano Juez , para dár cuenta del bueno,
o
mal uso que ha hecho de todos los momentos de su
vida. Pensamientos libres , palabras inconsideradas,
sentimientos apasionados, deseos desreglados , accio–
nes poco christianas, respetos humanos, motivos me–
nos puros , todo es examinado , todo es juzgado ;
y
de un Dios quien lo examina todo,
y
quien lo juzga
todo con
é
último rigor de su justicia.
Concibe, si
es
posible, quales son entonces
los
horribles terrores de una alma , que siente no estar
pegada al cuerpo sino por un hilo de vida,
y
que
dentro de dos
o
tres instantes vá
a
comparecer en el
tremendo Tribunal de Dios. No tiene entonces esta
alma peor enemigo qr:te su conciencia : esta concien–
cia
la
representa , aun antes que espíre, todo lo que
ha hecho ;
y
previene , por decirlo
así
,
el juicio
y
la sentencia.
¡
Buen
Dios
!
;qué espanto ,
y
qué terror, vér
como renacen del fondo de
la
conciencia una mul–
titud innumerable de culpas, que hasta entonces ha–
bían estado sepultadas en el olvido!¡
Ay
!
¡qué de pe–
cados de la juventud,que se habian escapado
a
nuestro
examen,
y
que por consiguiente, ni los hemos llorado
ni confesado!¡
~é
de pecados
graves,
que nos ha–
bían parecido acciones indiferentes
! ¡
Y quántos de
estos mismos , de que nos hemos acusado,
y
que
por falta de comricion no
se
nos han perdonado
!
to–
do esto
se
presenta al espíritu en aquellos
últimos
momentos. ¡
~é
turbacion , gran
Dios!
¡
~é
terror
ª