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1 1
31.S
EXER_CICI@S
.
R E
FLE
XI O N E S..
'.\',
'
,'
-
..
~r,
eso haY' entre vosotros muchos débiles
y
en–
_L-
fermos
-.~
se mueren muchos..
En efeéto, nin-,
guna cosa pasma mas, que el vér tamos enfermos
e.s_p.irituales,
y
tantos muertos entre los que logran la
'di<;:l].a: de
~onmJgar
a
menudo:
j
qué
de personas se
alimentan del Cuerpo
y
de
la
,Sangre adorable
de_
Jesu-Chrisro
!
2Hubo jamás un alimento mas saluda-.
ble, ni
un~remedio
mas
eficáz
contra toda suerte
de
males ? 2pero <lónde están las curaciones
?
Es
él el
pan
de los foertes :
2
Dónde están estas almas generosas,,
que son el terror de los enemigos de su
salvacion~
<:Esas ·almas que cuentan el número de sus vi&orias
Fºr
el de sus combates? 2Dónde están esas almas abra–
sadas de los divinos ardores, que necesariam·ente de–
be
producir la ·celestial vianda de que se alimentan?.
¡~é
estraña paradoxa!
Se
lleva el foego en el seno,
y.
JilO
se sienten sus ardores : alimentandonos
de
este
fue–
go divino, somos todavía de hielo. Jesu-Christo con
solo tocar con
su
mano
a
un -enfermo,
lo
sana. To–
ca una muger el orillo de su manto,
y
al
punto re–
cobra la salud; todo
esto
excita en mí
la
admiracion
y
el
pa~mo.
Mucho mas me admiraría, si aquel so–
lo
contaéto no hubiese obrado repentinamente el
m~il.agro.
En efeéto, ¡qué pasmo, qué admiraciorr no
hubiera sido la de todos, si quando el Hijo de
Dios
tocó las andas en que iba aquel jóven difunto
que.
llevaban
a
enterrar, no hubiera resucitado el muerto,
y .si la muger que babia tocado ei orillo de su ves-.
tido, no
hubiera
sanad~
L
~Hay
menos
motivo
para
pas-