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DEP'OTOS.
y
Tos Ancianos, los que les .teriian todos grandes g:a.-
Santo.
nas de verlo
a
sus pies ' para poder sátisfacer la envi-
dia
y
la rabia que babia concebido contra
él.
Mien-
tras pasaba todo esto , ·Pedro , corrido de habei.:
abandonado tan ·cobardemente
a
su
~en
Maestro,
lo segnia de lexos: El temor. le habia hecho
hufr ,
y
el
amor lo babia hecho volver ; pero este
an~oli er~
todavía demasiado débil, para hacer
que
se
Jdeclaras~
por su D iscípulo.
¡A
y
Dios mio !.¡q1:1é <wnseq.üenda$
tan funestas proquce
el Clhdar '
comempo·uizando· en
asuntos
de
piedad
y11 de
·relig'ió.n . ~ 'i · Y qtJ~ta
1
ve,rdftcJ
es que el maldito
~eriíor
de
pasar
por
IDisdpulos
de
]esu-Christo, nos hace
infieles
tarde
o
tempnin0,y.ial""':
gunas veces tambieri apóstata-$. .!
t
'·
:
~l.
,J;
1
·'
. , Ca.yfas, p'ara dár algl:ll11 eolorido-a
sus
depravado~
intentos , pregunta a]esu-Christo sobre su doél:rina,
El
Sal ador le responde con su acostumbrada man–
sedumbre, que él siempre babia predicado en
públi–
co,
y
que si quería instruirse perfeél:amente,
y
sabe.r.
qué era
lo que
enseñal:>a ,
no necesitaba
sino
pre–
gnnra1
la
3.1 ·
rqtiantos
lo
habían
oído•.
-Una respuesta
tan prudenté
y
tan modesta me.reda ser aplaudida!
sin embargo ,
le
atraxo
una ·
insign~
afrema
1 : .
unq
de los
Mlnistr~
de• justicia ltj
dekcargó
uHa
gran ·bo¡
f¡
tada. Elia eSt.o UQtar comq
a
in
sda!Vo,al
Rey
de
lo R
ye~;
sjm 1e1i1bMgo 1,
urb:ratamienfo
tan
1
itijus~o
fue
tan
aprobado,
que _lo
apbudier.ontoé.los
lqs
de
la salá. Este ultrage foe
'\lnO
de lo
s ma~ sepa,l~~
s
que
se ihí ci ron
a
Jesu-Christo. .,
y-
a.sí.,
_es
~J
Div.}¡ig
Salvador,
que
no crleseaba ·simo padecer,
no
obsta(}t~
en
esta ocasion testificó
quán
sen,sible
le
en~.
Temi?–
no se
creyese
que habia
fak'!-<lO
al respeto al
Pontífice
del