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E·X.ERCICIOS
. P.moingo
-eer·<!~ d~BetGge;
qn.e estaba
a:
Ia
falda del
Mónt~
de
Jos olivos, <eerca de
~edia
legua de la Ciudad, man–
dó
a
dos de sus Discipulos que foesen
a
esta Aldéa,
y
le traxesep una Jumenta que hallarían atada
a
una
'.puertá,
y
st1
pollino con ella ;
y
que si algnno les
de–
cía
algqn'a cosa , · le dixesen que
el
Señor· los necesi–
taba ,
y
al punto los déxarfan ir. El suceso verificó la
pre<liccion;
y
entonces foe quando
se
cumplió
la
pro–
fecía de Zacadas,
q~1e
representa al Mesías hacien–
do su en
..,,~ª . en
la Capit.á.I de
su
Reyno, entre las
aclamaciones
i¡
vÍtor.esde los
habitado1~es
de Jerusa-
1
lén
~
lJicitefilice Sion;
decid
a
Ja
hijá de Sion;
es
de–
cir ,
a
la Cindad de Jerusalén , de la que es una parte
el monee Si6n ; los Hebréos dan freqiientemente
a
las Ciudades el noinbre
de
hija:
Ecce Rex tuus ve–
nit
tibi mansuetus
.¡
sedens
super
ásinam
,
&j pullum
fitium
su}Jjugalis:
decidla··: Mira aquí
a
tu
Rey
que
viene
a
tÍ
respirando mansedumbre 'sentado sobre
l!tna
jumenta ,
y
sobre el pollino de
la
que
lleva el
yugo :
o
lo
que
es lo mismo,
sobre
el
jumentiilo
hi–
jo
de
la
jumenta :
Et super pullum /ilium ás'inte,
co–
mo dice el Profeta. Ninguna profecía se vió cumpli–
da mas
vi
jble y ma literalmente que esta , el?
la
en–
trada triunfante de
J
su-Christo en Jerusalén. El Pro–
feta promete
Ja
venida
del
Rey
Salvador , del Mesfas
qne era toda
la
expeétacion
y
todo el consuelo de
los
Judíos. Los carafreres con que
lo
señala ,
y
que
son
Jos mismos que aquellos con que
el
Profeta Is:das lo
pinta,
no convienen
á
otro que
al
Mesías;
y
se en–
oucntran can perfeétamente en Jesu-Christo , que
los
Ju
íos
no hubieran podido
jamás
desconocerlo ,
si
por
.su emlurecimiemo
y
su obstinada malicia no se hu-
bie-