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si
a1gnnqs ·dias despnes
su
estimadon
y
veneracion de
Ramos.
se
convirtieron en un extremadomenosprecio
y
en un
inaudíto foror ;.esto no fue. sino por la impiedad
y
malignos artificios de los Pontífices
y
Fariséos, que
les .hicie1:on creer que habian descubiei\o, que aquel
-qi1e habian recibido c9n buena
fe,
como al Mesías
prometido,era un insigne embustero que
los
habia des.–
lumbrado
y
engañado con sus falsos
milagros~
Por
. mas .célebr~~
haya sido la fiesta de Palmas
o
de
.Ramos desde los primeros siglos de la Iglesia, se
.ha teJ!ido por conveniente reducir tot
ceremonia
.a.
la bendicion' y
a
una procesion solemne' que
re–
·presenta, así la entrada triunfante de Jesu-Christo
-en Jerusalén, como tan?bien su entrada triqnfante
.en la mansion de la gloria.
Y
este
es
el motivo de
.hacerse la procesion fuera de la Iglesia, la que
se
tiene cerrada no sin mysterio,
y
no
se
abre hasta
la
.vuelta de la procesion ; entonces el Subdiacono Jla–
.ma
3.
la
pnerta con el palo de la Cruz ;
lo
qual nos
ha–
·ce acordar que el Cielo estaba cerrado para los
hom~
·bres,y que Jesu-Christo ft.1e el que nos abrió la puer–
. ta,
y.
.nos mereció
la
entrada por su
mi.1erre
de Cruz•
.En mn,has. panes se
hace.labendicion
y
la
distribu..
~cion
de los Ramos fofra del Pueblo ,
y
por eso
se
vén Cruces foera
d~
hts poblaciones
y
lu,gares
~
·y
mesas de piedra sobre las
quales
se
bendicen los
ra–
-mos
,-y
de
allí'
se
vá en
procesion
a
la Iglesia.
-
Antiguamente hecha la distribucion
de
los ra-
.mos al
pueblo ,
y
estando
para
partir la prooesion,
.dos Diaconos tomaban de encima de
la
cr.edencia
..fl
Libro . de
los
Evang~Iios,
que estaba sobre una
rica almoada,
y
lo llevaban, como
se
hace con las
ca-