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DIA XXX.
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l
nes que tanto se admiran en
elLl.
Fué su
preciosa
muerte
parecida en todo
á
su santa vida: suspiros , éxtasis
arr
0 ...
bos, incendios del amor divino fuéron toda s11
~gon ía
..
Desgast?da al rigor. de sus incomprehen.sibles pe11i[enciasi
consum1da de trabaJos , colnuda de granas,
y
de mereci–
mientos , espiró en Roma el di
a
2
9.
de Abril del afio
de
I
3
8o.
á
los
33.
de ·su edad, dexando no solo
á
su~
hermana , de quienes. fué Superiora, sino
á
.todos los fie ...
les admirables exemplos de todas las virtudes , pero sin-–
gularmente de lo que puede la omnipotente üterza de
Ict
divina gracia.
Estuvo algunos dias expuesto
e1
sagrado cuerpo
á
Lt
ven.eracion pública ,
y
despues
fLié
'.cetiterrJdo
soleml'le1~1en\
...
.
'
'
1
\
te en la Iglesia
d~
la Minerva , donde pre:,to cónfirmó
ét
Señor con nuevos milagros la opinion de su santidad , qu..:!
havia merecido en vida. El año de
146
I.
fué canonizada
por el Papa Pio
u:
con tod
la
solemnidarl ~,
y
pompa,
que
corresp~mdia
á
h
singular veneracion , '{con
an~a,
que
siempre han co o ado todos los pueblos ,
y
naciones en es–
ta insigne Santa.
Adórase en
eQa su cráneo,
y
en el Convento d los
Dominicos de San
ixto de
oma una mano entera, co-
1110 .
tambien un pie entero en Venecia en el· Convento de
·las Monjas Dominicas·.
(. .
1
Es cierto, que mucho tiempo ántes de Sa11ta Catha–
lina de Sena florecia va en todo
el
Orbe Christiano la
Tercera Orden de PenirencJa del Patriarca Santo Domin
4
go , por la exemplar vida de innumerables personas pia–
dosas , que sin dexar el n1undo , ni encerrarse en Ll ciJu...
sura del Claustro , acreditaban visiblemente , q11e se podia
vivir en el siglo,
y
vivir practicando los ápices de
la
per–
feccion christiana, por la
obs~rvancia
de la regla
q'
1e
de ...
x9,
instimida el Santo Patriarca. Pero no se pticde lhd.u,
q;e la eminente reputacion de nnestra Santa aña :iió un
gran'de ,
y
brillante' esplendor
á
esta
Congregac~on
, Ll q:1c
continua en edificar al mundo con las grandes v11 tudes que
practican los que tienen la dicha de alistarse en ella. Sue–
len en algunas partes llamar Monjas
de
Santa Catalina
á
.Vvv
to-