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520

A

B R 1 L.

vida , hizo tanta fuerza al Papa, qne en el misn1o punto

hizo voto en su corazon de restituir

á

Roma la Silla

Apostólica;

y

consultando este punto con nuestra San–

ta ,

sin declararla el voto que havia hecho , le respon–

dió Cathalina :

Santísimo Padre

,

¿para

qué consulta V.

S antidfJd .una co,sa que ya tiene ofrecida

á

Dios

~

De lo que

adrnirado~

el Patpa, porque soto Dios podia saber el voto

qqe havia

h~cho

, no deliberó

.' a

ponerle en execucion:

y

así, partiendo de Avii1on el dil

1

3.

de Septiembre de

1

37 3.

entró en Rotna

á

1

de Enero del año siguiente. Lue–

go llatnÓ

á

la Santa

á

aquella Corte ,

y

aprovechandose

n1ucho de s 1s consej0s, no fiaba• n1énos de la eficacia de

.

sus oraciones.

A ·

la tnuerte del Papa, que sucedió dos anos despues,

se siguió

un

funesto cisma. UrbJno

VI.

sucesor de Gre–

gorio , no honró 1nénos

á

Santa Cathalina que

sn

prcdece..

sor ;

y

convencida

la

Santa de que éste era el lcgít-itno

Pastor de

!J.

Igl.e-sia, trabajó con todas sus fuerzas en que

tod·)s le

rec

n

cie~en

por tal; experilnentándose princi–

paln1ente en est

importante ocasioa quánto poder tenia

en lo s

coraz~'>

'n.es,

no solo la opinion de su eminente vir–

t ~d,

sino

1

a mirable ingenio , su eloqüencia , su espí–

ri t llo vaor ) nil , su con1prehension ,

y

su extraordinaria ca-

pacidad.

o

Havia resnelto

el

P~pa

enviarla por Dipntada,

y

como

Legada s 1ya

á

la Rey na de Nápoles,

y

de Sicilia;

y

Ca–

thalina, llena de fe , de caridad , •de zelo , de valor, esta..

ba detenninada ya

a

en1prenderl0 tOL

1

0

por la mayor glo–

ria de Dios,

q

1ando se sintió acon1etida de una grave en–

fermedad. Quatro n1eses estuvo padeciendo dolores tan vi–

vos ,

y

tan ex;traordinarios , que -nadie dudaba era aqudla

~nfennedad

tan sobrenatural , con1o se consideraba su vi–

cia on1ilagrosa;

y

1nostrÓ una paciencia tan heroyca en to•

dos ellos, qne por ningun otro lado se acreditó su espí-–

ritu

de tan grande , con1o por éste : siendo cierto, que las

aflicciones ,

y

trabajos en que Dios la exercitó casi sin in–

tennision -por todo el rietnpo de su vida, la hiciéron

tnu–

cho 1nas adtnirable, que las brillantes ,

y

ruidosas accio-

nes