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A B R 1 L.

ta la d.esgracia que se teme n1as

~

¡

O qué prudentes fué–

ron los· Santos

éf'l

no perder nunca de vista esta espanto..

sa eternidad! ltnita su exetnplo , y sus piadosas industrias.

Si una cosa te

del~yta

2

y otra te n1ortifica , considera que

una

y

ona. se pasa , y que despues de este puñado de días

se _sigue una eternidad. Al acabar · tus oraciones de la tna–

ñana '·

y

de la no.che , piensa siempre que hay una eterni–

dad infeliz ·, y que una gran parte de los que hoy viven,

y

acaso la tnayor, ha de tener por su destino esta infe–

li.~

eternidad. Quando veas 1norir

á

algun an1igo ·, á algun

V>edno

tuyo ,

haz luego reflexlon sobre quál será su des–

dicha, si le ha cabido en suerte una eternidad infeliz. Nun–

ca tomes

diversio~,

nunca emprendas negocio de conse–

qüencia , sin echar una ojeada ácia esta espantosa eterni–

dad. No tetuas sazonar tus diversiones con este pensanlien–

to ;

á

la

verdad no te darán tanto gusto; pero tambien

te ahorrarán n1uchos arrepentimientos. Uno de los medios

para no caer en

el

in erno, ni en la infeliz eternidad, es

pensar en dl co

frequencia. ¡O 111i Dios !

¡

qué dicho–

sos~

¡

qué b 1eaos Christbnos serhunos, si estuvieran1os

pensando sien1pre en fila!

2

Nunc

te oJvides , de que la eternidad infeliz es fru..

to de unos ddeytes que duráron pocos n1oment0s. Si

el

tentador te importuna , si la pasion

~e

irrita , si el de–

ley

te es d llce , si

la

rentacion es violenta ;

lla111a

lue–

go al pens,1miento la memoria,

y

la imagen de la espan–

tosa eternidad. 2 Apodérase de tu corazon la codicia , ó el

amor de · las riqnezas

~

pues cmnpara esa opulencia,

eso~

bienes -que gozJs ,

ó

esperas gozar con la eterna falta de

todo, que es l-1 herencia de los condenados.

a

Inqniétase

la c;arne con

~~

amor de los deleytes

~

pues pregúntate

á

tÜtslno con ' el Profeta , si esos deleyres tan corros ,

y

tan superficiaies poddn apagar el ardor de las l!amas senl–

piternas. Quando se te excite la cólera ; quando tus ene–

n1igos te ofendan ; qnando

lé\S

de~g~acias,

y

los

trab~jos

te

persigah; considera qué cosa es arder , sufrir , rabiar, ser

infeliz., .y estar en desgracia de Dios por roda la eternidad.

El pensatnierito , y la n1emoria de la eternidad embota,

~s

él

SI,