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DIA XXV.
425
esto es,
á
aquelb~
Pro\ in ·ias qne se llamaban
Mauna1Íc1,
y
Amoniaca, en las quaks trabajó doce años ,
y
en
rocbs
con el mismo baen s 1ceso. Penetró hasta el alto , y
b:1xo
Egypto en upa, y en otra Thcbayda , y echó el Señor
tantas bendiciones
á
su.s Apostólicos trabajos,
qu~
aque–
llos Pueblos donde havia reynado
el
Paga11ismo por espa–
cio
de
t,mtos siglos , con tanta obstinacion ,
y
que eran
los mas
adherid.osi
lls snperst iciones mas groseras de
la
idol..uría,
fuéron en lo sucesivo aquella tierra afortunada,
dichosa habitacion de tantos santos Anacoretas;
y
en fin,
la
ti~rra
nus
agradecida de todo el universo , donde
mas~
y
mejor
fructificó el grano del E.v:mgelio.
D~spues
que San Márcos desmontó aquel vasto cam...
po
cubier~o
de malezas , resolvió pasar á predicar
la
Fe
en
b
11isma Alexandría , que
á
la
sazon era despues de
Roma
b
Cindad mas principal
del
Imperio. Haviendo, pues,.
dexado á sus discípulos para que cultivasen
la
nueva Chris–
ti,mda.d , partió
á
la
Corte , y cabeza del Oriente , para
cuyo Apóstol le tenia destinado el Cielo•
. Refiércse en las Actas mas antiguas , que al m·ismo en–
trar en la Ciudad
h-aviéndosele descosido una sandalia, se
la dió á componer á
un
Zapatero , el qual , por descuido,
se
picó con
la
lesna ,
y
en aquel primer mov·imiento del do..
lor
exclamó sin libertad,
¡
Ay
mi Dios!
porque , como ob–
serva Tertuliano , hasta ahora no ha podido conseguir
la
nus
ciega ,
y
mas estragada idolatría , que el alma en sns
primeros movimientos naturales no parezca como natural- ·
n1enre duistiana
reconociendo á un solo Dios verdade-
,
.
ro. Tomó ocasion San Márcos de
la
exclamacion ,
y
gri-
to de aquel pobre Zapatero, para d.ule á conocer al úni-–
co,
y
verdadero Dios,
á
quien él invocaba sin advertir–
lo ,
y
aplicándole un poco de lodo
á
la herida , haciendo
~-.bre
ella
la
señal de
b
Cruz , se le cerró al
instante.
Aniano , que asi se llamaba el Zapatero , admirado
d~l
milagro ,
y
prendado del ayre grave,
mode~to,
y
mortt–
ficado de San Márcos , le instó para que entrase
en
sn ca..
sa , descansase ,
y
refrescase en ella con todos los de su
comitiva;
y
al 1nismo tie1upo quiso instruirse de
L1
ver-
Hhh
dad