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XVII.
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Discípulo de ·san · Juan Evangelista,
y
·obispo de Smirna,
que ll(tno de estimacion ,
y
de singnlar .veneracion
a
nues–
tro Santo Pontífice , tuvo especial consuelo en pasar
á
conferir con él algunos puntos de Disciplina Eclesiástica,
e:Fl~
.que aun no havian convenido las Iglesias Griega,
y
Latina,
y
todavía no ·estaban decididos. Presto se concor–
,dárot~
los .dos Santos. Y como era tanto lo que San Po–
Iycarpo deferia,
y
respetaba al Vicario de Christo , y era
tan singular la estimacion qLie Aniceto hacia de Polycar–
•po,
-estrecháron entre sí una íntima amistad. No contri–
buy6 poco esta buena' inteligencia para ·confnndil; rá los
·Hereges ,
y
para conservar á 'Jos verdaderos Fieles en la
pureza de la
Fé
que lúvian recibido de los· Apóstoles; ni
fué ~
ménos condLlcente para que floreciese en aquella Ca–
pital la santidad de costumbres, que edificaba tanto á to–
.do el
:~11dndo,
Chr.i.stiano. Bien s'e<puede· asegur-ar , qne si
la:
verdad ,
y
la virtud . fuéron tan·· combatidas! en · Roma
rpor aquella multitUd ' de Hereges 'que havian Cúncurrido
á
ella , no fuéron nilénos valetosamerite défendidas por l-a
-:concurrencia e tanto, Santos ,
y
de tantos hombres gran–
des como· juntó tanieien ·
eliL
ella la
Di
vina Providencia.
Fuera,de .:San A11ireto ,
~ S~h
Polycarpó
l :
y
San
Heg~si
pd ,
de quienes acabamos
de
· ha~lar
, se vió
~1
misn1o
rtiempo en Roma San Justino , urio de los mas brillantes
·astr'os de su siglt:>. Allí c0mpuso la mayor parte de sus
obr~s
·'
~.1~
fuéron
t~n
t\tiles para d}sipar las calumnias de
'los Gentiles ·,
¡_y
para al'Lil'nbdt
·a
tan · prodigioso número de
-~ér-e-g~s.
·reriiétidose poi' •dichoso este insigne Santo· de po–
~det'"c6ntribúir"
en
algo
al z'do- <ie tan gran Papa , estable–
-ció-
,el'l
R:omla ,
segun el
plan ,
que le
dió
el mismo Ani...
ceto ' ·
~ma escu~la
de virtud, en que daba lecciones de
Re–
·Iigion· .
a
qüantos querían ser instruidGs. Correspondió
el
Jfruf-0
á.
su f_él{); porqüe
apé.~as
se vi6 en
~tro ti~mpo
tan–
ta
constan~·ta
,
y '
tanto fervor entre los F1eles , a pesar de
la persecucion de los Paganos,
y
de los esfuerzos, que ha·
cian
los Hereges, así para alterar la
Fé,
como para estra-
, gar
~las
costumbres.
GobeniÓ
la
Iglesia San
Aniceto ,
segun Eusebio ,
y
Ni..
,
ce-