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DI A

X

VI.

casen algnn früto,

y

aunqne apénas contaba quince años,

todos deseaban

a

competencia verle' hablarle' y encomen–

darse ·en sus santas oraciones. .

A la verdad eran tan abundantes las bendiciones celes–

tiales , que el Señor lilavia derramado sobre aquella alma

innoc~nte

i

que apénas era posible comunicarle sin expe–

rimentar en el c01·azon muchos inflamados movimientos

ícia la virtud. C1:ecia cada día . su devocion, y creciañ al

mismo paso ·las gracias que

·el

Señor le comunicaba. Ayu.:.

naba desde entónces. la Quaresma con el último rigor, y

haviendo obser':ado •sn .padre : qne en. este tiempo .madru–

ga!Ja extraordinariamente pana: ponerse en oracion, quiso

acechar una. ·maflana

lo

que~e

pasaba en ella.

P~ro

quedó

gustosamentesorprehend~o

quatido advirtió todo el quarto

ilu.minado d.e Utia celestial · purÍsima llama , y a

SU

hijo

~n. · medio.~

de la que parecía hoguera extatico,,

y

elevado:.

dió V.o'ces;

acudi'Ó

la familia ; pero ni los gritos del padre.

ni ekéstruendo

d~

los criados bastáron para .que v0lviese

en sí ·, el i·nflcunarlo mñnt ebo. El semblante arrojandó fiJe..

go ;, llosrojos

~xbs

en el Cielo

~

el

gesto risueño , y vertien–

·do

t

apadbili 1ad

y

dulzura, ntostraban bien

á

todos las que

~n'reriormetute '

·ó

lindaban

á

aquellá- purísima ·alma. Ignor.ó

Joachín lo . que havia pasado ,durante

sL~

an;obamiento; pe–

/0

.~e~terr~tida.

·la

l.

vozí ,p:or toda

~ la

CiLrdad ,

ct~eció

á

Jo, su·

mo lai vene_raCiGn con que ya le miraban todos; oían le con

admiracion, ·hábUbinle con respeto ,

y

.como todo

el

em–

peñ·o de : sú ,, gdv0tÓ

r

OO'nt~onr

era vef!' hon:rada ,

y

vencl'ada·

á..la ·Sanrísim·a Yírgcn, no1es .fácil explicar la felicidad con.

que inspiró;en rtoda ·fa

OiLrdad

· la. nías

tierna devocion

á

esta Sefiora.

. ·

.

·

.

Y-a se -dcxaba conocer que una virtud tan extraordina·

ria

p0

'havia· nacido para

el

mundo. Crióle Dios para que

fuese uno de. los mas*brillantes ornamentos del estado re–

Agiosd:,

y

le

comunicó,ulílo de.agudlos ·my.steriosos sueños,

en que en .otros ·tiempos, acostumbraba hablar

á

los Pro–

fetas ,

y

á

los Santos. Parecióle que veia a la Santísima

Vírgen

mas 1·esplandeciente qne

el

Sol , y que hélblándole

con

todaJa

itrernuta de Madre, le

deda:

No quiero, hijo mio,

que-