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.202
A B R 1L.
trando por piedras, por espin3.s ,
y
por
zar~ales;
y
no con–
tentos con esto, k
f.1éron
g1)!: >.c
ndo cruelmente con va–
ras , y con palos por
t
do
el
c~mino.
Pero
sn paciencia
fué mayor , que la crndd, .d de ::1quellos impios verdugos,
dignándose el
Seó.orglorificarla por un milagro ; porque
á
la mañana se halló enteramente sar o de sus heridas , sin
señal de la
1na~
leve contusion: tanto ,
qu~
él mismo zum–
baba á los Soldados , pregun tindoles ,dór de estaban las se–
ñales de lo que le havian atormentado. lrritólos imponde–
rablemente esta animosa serenidad; y amarrándole los bra–
zos á un exe de car ro ,
y
los pies á Qtro , le tendiéron
boca abaxo en la tierra , y le dexáron n1uchas horas en
este horrible tormento. Despertaron despues
á
la -huéspe–
da de la casa para que les dispusiese que almorzar n1ién–
:tras ellos se iban á dormir , dando con esto lugar
á
la com–
pasiva muger para que desatase
a
nuestro Santo, el qual
estuvo ta léjos de a¡ptovecharse de aquella libertad para
escaparse que 'ntes bien con gran paz ,
y
sosiego se puso
á
ayudarla
á
disponerlos el almuerzo.
Luego que a 11aneció quedaron aturdidos aquellos bár–
baros de la: "ntre]_:lidez ,
y
de la resolucion del animoso
Sabas ; pero mas encarnizado con ella el cruel A tharido,
n1andó que le atasen las manos ,
y
que pnes gustaba tan–
to de estar en aquella casa, le colgasen de una viga del
portal. Traxéron despues
á
su compañera Sansalo ,
y
pre–
sentándole algunas viandas consagradas
a
los !dolos , le or–
denaron de parte de Atharido·, que las comiese.
Bien po–
deis
,
le respondió Sansalo ,
ponerme· en una cruz
,
y
qui–
tarme la vida al rigor de los mas crueles tormentos
;
pero
perdeis tiempo en solidtar
,
que cometa ta.n sacrilego delito.
Mi–
rad,
replidron los Soldados,
que lo manda el Señor Atha–
rido.
~Y
quién es ese Señor Atharido
,
les dixo Sabas desde
la viga donde estaba colgado ,
que tiene atrevimiento
par¡
mandar, que se haga lo que Dios prohibe? ¿No
es
Dios
el
Soberano du gño
á~'q_uien
t ados debemos qbedecer
~
Andad,
y
de–
cid
á
vueJtro Señor
Athar
ido
:
que
Dios manda expresamen–
te
,
q~te
no se coman rnan .. ·ares hJ1puros
,
mas proprios para
dar
la
muerte
,
que para sustentar la
vida
,
de los qua/es
so-