![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0157.jpg)
D I A
V I I I.
I
4
3
mas nos huviese exhortado el Hijo de Dios, ·como qui en
preveía tan bien nuestra negligenci(\, que
á
esta prepara
i ~)n?
Velad, púrque no sabeis
á
qué hora ha de venir el Senor.
( Matth.
2
5.)
Estad siempre aparejados, porque en 1a hora
que ménos lo penseis, vendrá el Hijo del hombre
(
Lncce
12.)
Lo que digo
á
vosotros , con todos habla; y así estad aler–
ta.
Quod autem vobis dico, omnibus dico: vigilate.
(Marc.
1
3.)
Es menester estar prontos
á
qualquiera hora que
el
Señor
llame
á
b
puerta.
Ningnno hay que no convenga en que es necesaria al–
guna preparacion para morir bien; de aquí nace el gran
miedo que se tiene
á
toda n1uerre repentina.
~Pero
qué
efecto ha producido este·
temor~ ~A
qué
preparacion nos
ha movido hasta el presente
~
Con todo eso puedo mo–
rir dentro de pocas horas. Tan poca seguridad tengo ·de
vivir mañana
1
como de vivir de aquí á diez años.
~Si
fue–
ra hoy
el
postrero dia de
mi
vida, estaria bien dispues–
to para morir
l
~
?
~
No tendria algo que temer
?
E?tre–
mézcomc .con o
lo es
e pensamiento.
~Pero
quién me ha
aseg1irado la vida n' aun ·de aqní
a
un qnarto de
hora~
Y
si no comienz,o a di
·p
nen 1e desde lnego ,
¡qué
dolor!
¡
qué
desesperacion, quando llegase la postrera!
No lo pennitais, Señor:
y
pues n1e concedeis
á
lo
nlé–
nos esta hora, desde esta misn1a comienzo , Dios mio,
á
disponerme para n1orir bien, y
á
pediros esta gracia los
dias que n1e otorgareis de vida.
JACULATORIAS.
Comprehenda yo , Señor , tan vivamente
el
corto núme–
ro de los dias de mi vida, qne desde luego comience
á
disponerme para la muerte (a).
Sohmente los . qne temen
á
Dios en vida , deben pru–
dentemente esperar una buena muerte (
b
).
(a)
Paucitatem die1'tmzmeorum 1ltmt ia mihi.
Psalrn.
ror.
(h)
T imenti Dominum
bene
erit in ext remis.
Eccl.
1.
PRO-