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EXErt(CICIOS
Enero.
da, Theophilaéto,
y
mros muchos. Es cierto que las
Naciones Orientales, qu:rndo los Reynos eran elelti–
vos, efcogian Reyes entre los Philofophos;
y
fi
eran
h ereditarios , procm-.1ban infrruir en las ciencias
:l.
los
Frincipes , de manera que pudiefen merecer
el
rímlo
de Sabios .
Aíi
lo obferva
Platon,
tratando de la
edu–
cacion de los Prin cjpes de Perfo; añadi endo, que
fo~
bre
codo
Ja Aíl:rnnomía era eíl:imada, como la cien:–
cia mas digna de los Soberanos.
Haviendo, pues, obfervado ertos tres Monarcas,
a
quienes algunos llaman Gafpar, Baldufar ,
y
Mel~
chor, el
día
2
5.
de Diciembre
un:i
eíl:rella mas brillan:–
te que las ordinarias , juzgaron que era aquella efl:re...
lla
de Jacob, anunciad;i por
el
Profeta Balám (cuyas
profecías renian bien eíl:udi:idas) como feñal de un Rey
que havia de nacer para la falud de todo el género
hu·
mano.
Alumbrados al mifmo tiempo con una luz inte·
rior, por la qua! conocieron que aquel aíl:ro los fer–
viría de guia para encontrar al Mesbs, tomaron el ca–
mino
de
Judéa, donde fabían por la rradicion , que
havia de nacer
aquel
Rey tan defeado de todas las Na–
ciones. El Evangeliíl:a folamente nos previene que vi–
nieron del Oriente,
eíl:o
es, de un País
q
ie era
Orien–
tal refpell:o de Jerufalén,
y
de Belén.
La
opinion
mas
veriúmil es, que vin ieron de
b
Arabia felíz, babi rada
por los hijos que Abrabam tuvo en
Cerhura
ftr
fegun ...
-da
mu ger; es
a
faber, por J eétb:in padre de
S1bá,
y
por Madian padre de Ephá. Eíl:o lo tenia pronoíl:ica–
do David bien cl:iramenre, quando dixo
que el Me–
sías feria adorado por el
Rey
de
los Arabes ,
y
de
Sa–
b-á,
quien le oji·ecería oro de Arabia.
Y
el
Profeta Iraías
11avi:i anunci:ido
lo
mifmo,
di_ciendo
que
vendria.n ·de
Ma-.