Enero.
32,z
EXE(]\_CICIOS
to
d.ice que la pobreza mas miferable fe debe prefe–
rir
a
la
abundancia
mas
deliciofa ;
afirma
que
el
título
de pobres nos da derecho al Reyno de los·Cielos;
afe~
gura que aquella hartura, que
es
como
la
herencia,
~
como
la legítima
de
los bienaventurados, es fruro de
la
neceíidad que fe padece en eíl:a
vida.
No feiíala , al
parecer,
otra
caufa·
.del
torrente
de alegria
que
inun–
da
a
los efcogidos' fino los torrentes de fügrimas que
Qerramaron en eíl:e valle de
ellas.
Bienaventurados
los
~ue
lloran, porque
ellos
Jerán confalados.
El
mundo
cier–
tamente no
fe
acomoda con
elb
máx1ma.
Pero dejará
por
efo
~~fer
t}na
de las principales máximas de Jefu–
Chriíl:o ,
aunqu~
el
mundo no fe acomode
con
ella?
El
efpírim
del niundo quiere que
fe
haga empeño,
o
fe haga
como
una efpecie de mérito de parecer bien
en
rodas
las concurrencias.
A eíl:e fin
fe adorna, fe vif–
te,
fe
prepara, fe
mendigan
gracias,
fe
inventan
ar–
tificios,
fe
reprime
el
genio,
fe
dilimulan pefadumbres,
fe
hace todo
a
todos,
y
fe reprefenran diferentes
per–
fonagcs.
Y quando
deípues
de rndo no
fe
ha dado en
el
punto
de
.agradar
.al
mundo,
qué
dolor!
qué
femi–
mienro
!
Todo eíl:o lo reprueba Jeíu-Chritlo. Bienavenrnrá–
dos 1eréis
<}Uando
los hombres
os ·
abor~ecieren
por
amor
.de
mí.
El
mundo -os
enfeña
-que
-para
fer
di–
chofos
eñ'él, es meneíl:er
agradarte;
y yo
os
digo
que
fobmenre
1o
feréis'
qaando por
amor
-de
mí le
defagra–
dareis
a
él.
No es po.lible darle _guílo
a
éJ, fin darmé
difgufro
~
mí.
Ahora efcoged
entre e!los
<los
panidos•
.Ah .,
mi
Dios!
Y
fe
hallan
muchos que
fiquiera
delibé–
ren ·.~
El
mundo/et lleva :caG
Gempre.lapreferencia. Y
sué
poco
f~
api:efura
a
no
ag'radar ma.s
que
a
.Dios
l
o
-
'