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Dr. D. Antonio Brandari)6, al Sr. Dr. D. Felipe N eri
~a
noza, al
Sr. D.
Alejandro Pinillos,
á
cuyo
~testimonio
ine
r efiero
y
los que podrán .dar fe de las actuaciones del Se-
.
.
unnano.
Por otra parte los legajos de progra1nas de los años
pasados están
á
la vista; no hay inás que recorrer los
Gj
os
sobre ellos par·a convencerse de lo con1pletos que son en
todo~
los ra1nos que so han enseñado durante nuestra re–
gencia.
Lo que sin duda ha inotivado esta acu sación, es el
inótodo que nosotros hemos ünplantado
y
que no pueden
co111prend.erlos que ignoran estas materias.
Según el 1nétoc10 antiguo, el alumno veía en cada año
eicrto nún1ero de asignaturas, pero las veía en su tota–
lidad, de modo, que, una vez aprobadas ya no volvía
á
ocuparse de ellas.
~l
progreso, pues, en lá instrucción se hacía
á
saltos
escalando, por decirlo así, clase por clase, hasta haberlas
conquistado todas. Resultaba de este siste111a que, cuando
nn alurnno llegaba
á
las últiinas clases, ya casi no se acor–
daba de las priineras.
Nuestro siste1na es co111pletan1ente distinto. El alun1-
no, desde el pTi1ner año ve .casi todos los ra1nos de la ins–
trucción inedia, pero no los ve n1ás que en parte. En el se- '
gundo año ve
la~
inis111as inaterias
y
va adelantando en
ellas de 1nodo q ne el progreso se verifica gradual y siinul–
tánean1ente. Castellano se estudia en el primer año, y cas–
tellano se estudia aún en el últiino de instrucción
n1e–
tlia; latín se-- ve en el prhner año,
y
en el últiino toda–
vía se ve el latín,
y
así sucede con la.historia, las inaten1á–
ticas, la religión, etc.
De suerte que cuando un aluu1110 llega al últhno año
de instrnución n1edia, lejos de olvidar las prüueras clases,
ln.s ha perfeccionado todas;pues todas ellas reciben enton–
ces .su eo1nple1nento.
En
unan.toal inétodo de estudio, al llegar nosotros
á
Trujillo, hallan1os nnplantado un sisteina que n1e absten–
go de calificar cual 111erece. El alun1no con el iibro en la
nutno
y
lanzando
dosafor~dos
gritos andaba dando vuel–
tas¡ por los corredores, reco1nenclando á la 1ne1noria, la lec–
eiún que se le habíaseñala"do; desterrando por consiguiente la
reflexión con un
lnétodo
tan singular de estudios. In1agíne-
3
,