CAPITULO LX.
6
Inundatio camelorurn ope–
riet te , dromedarii Madian et
Epha : omnes de Saba venient,
aurum et thus deferentes , et lau–
dem Domino annunciantes.
7
Omne pecus Cedar con–
gregabitur tibi , arietes N aba–
ioth ministrabunt tibi : offeren–
tur super placabili Altari meo,
et domum maiestatis meae glo–
rificabo.
8
i
Qui sunt isti .
q.uiut nu–
bes volant , et quasi columbae
ad fenestras
?
9
·Me
enim Insulae
expe–
ctant , et naves maris in princi–
pio
ut adducam :filios tuos de
longe ; argentum eorum et au–
rum eorum cum eis , nor.nini Do-
1
Madian estaba en
la
costit oriental
de1 mar Roxo ; y Epha en la Arabia Pe–
trea. La primera se llamo asl. de Madlan,
bijo de Abraham , que tuTo de Cethura:
y '
Epha , de uo hijo de Madian del mis–
mo nombre. Dichas regiooes son abun–
dantes de camellos y
dromed'Arios
:
es–
.tos se llaman asf por su velocidad , del
yerbo
ctpofJ.Eiv,
que significa
correr.
~
Pais situado en la Arabia FeHz, de
doode Ios Magos fueron guiadoa por una
estrella para buscar , adorar y ofrecer sus
presentes a Jesu Christo.
MATTH. II.
9.
3
Cedar
y
Nabayoth fueron hijos de
Ismael, hijo de A
aham
y
de Agar , de
Jos quales
de~ceodieron
Ios Cedarenos
y
Nabatcfos , que habitaban en Ja Arabia
desierta ,
y
posefan abondancia de gana–
dos. S.
GERONYMO
por estas N aciones
que aquf se nombran , entiende todas las–
mas barbaras , incult11s y derrama
s que
babia en el muodo :
y
por el oro , io–
cienso
y
ganados , todos los presentes,
ofr
das
y
don ativos que se hacen al Se–
nor
y
a su Iglesia para su honra y culto.
Sobre mi Altar de propiciacion
;
porque
no se ofrecen por los fieles con otro fin,
1ino para que el sacrificio Eucar.lstico ,
y
todoi
lo$
oficios
Eclcsiisti~oi
se cclebren
6
Inundacion de camellos te
cubrira , dromedarios de Madian
y
de Epha
1
:
todos los de Saba
vendran
, y traeran oro e incien–
so, dando loor al Senor.
7
Todo el ganado de Cedar
se recogera para
ti,
los
carneros
de Naba othseran para tu servi–
cio
3
:
an ofrecidos sobre mi
Altar de propiciacion , y yo hare
gloriosa la casa de mi magestad
4.
8
i
Quien son esos que vue–
lan como nubes , y como palo–
mas
s
a sus ventanas
6
?
9
Porque las lsla_s a
m1
me-es–
peran
7
,
y las naves de la roar
desde el principio, para que tral–
ga tus hijos de lejos; su plata
y
'
oro con ellos , al nornbre del
con el mayor decoro , ma gestad y apa–
rato ,
y
que acompafiados de la devocion
interior de Jos que asisten a ellos , le
sean agradables a sus divinos ojos.
+
La Iglesia , en la que' Dias parti–
cularmente muestra so gloria , poder
y
magestad por medio de todas sus gra–
cias , milagros y clones espirituales.
s
~
Quien
son esos
Pueblos hasta aho–
ra desconocidos ,
y
de quien no se tenia
noticia , que con tanta velocidad vienen
Yolando como nubes al gremio de la I–
glesia ? Puede esto tambien entenderse de
los Ap6stoles
y
de Jos Predicadores A–
postolicos , qo propagaron la luz del E–
vangelia ptfr' todo el mundo,
y
princi–
palmeote de los que
la
derramaron por
las Indias y por las Americas.
' 1
A las venranas de su palomar.
7
Los habitadores de las Islas del
mar y de
la
otra parte de el , que son Jos
Pueblos mas remotos , luego qoe oigan
hablar de
J
esu Christo correrfo
' cia
el,
y
se
incorporar~o
en su Iglesia, y con–
sagradn sus riquezas al nombre del Se–
nor y al Santo de Israel , que lo lleoari
todo de la graodeza
y
gloria de su, Igle–
sia. Los
LXX.
trasladaron
£v
7rpwTOli
1
ill
primis,
con la mayor ansia
y
zelO'.