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EL CANTICO DE LOS CANTICOS.
derunt
earn
filiae , et beatissi–
rnam praedicaverunt : Reginae
et
con c;: ubinae ,
et
laudaverunt
ea rn.
9
i
Quae
est ista , quae pro-
ti en la ti ·r a es unica
y
escogida ; por–
qt!e mi entra'" vi ve d est errada de su pa–
tri a , se for m.l> (rni c:unente sabre e l mode–
Jo d e t a! madre , que goz a ya de uaa ma–
nera tan perfccb de! Esposo , y que pro–
cura todos los d ias siguicndo su doB:rina
e imitando sus exemplos, bacerse digna
de reyn :ir como ell a con
J
esu Christo.
'
Con cuy as palabras da nuevo real–
ce a la hermosura de.
la
Esposa ,
y
se
mu estra la preferencia que tenia sabre la
d e tod as' las otras ; pues estas , lejos de
envidtarla,
y
lejos de mostrirsele riva–
Jes ,
cono~iendose
vencidas , ell as mismas
son las primeras que celebran
y
publican
sus al abanzas, llenas de embeleso, de ad-
111iracio11
y
de asombro. En lo que se nos
d a a cntender , que todas , aunque en di–
ferenies gradgs, no tienen otra mira que
l a felicid ad
y
perfeccioo de esta paloma.
Y .como es n atural desear uo estado que
se rec.:onoce ser feliz ,
y .
hacer todo el
empuje
y
esfuerzo para llegar a alcanzar-
• Jo ; por eso quando publican los elogios
de la paloma , desean tambi e n ellas mis–
mas participar las gracias
y
la hermosura
de esta paloma ,
y
gozar de aquello mis–
mo que tanto las arrebata
y
alaban. A–
qui pone fin BosUET al quarto dia.
2
D espu es de l1aber hecho ve·r que Ja
Esposa excedi a a todas las mugeres en her–
mosura , p asa hora a d ar a esta un nuevo
realce, compari ndol a por medio de una
graciosa
auxesis
o
incremento : prime–
ramente coo el alba, quando risueiia ilpa–
r ece
y
di sipa las tiniebl as de la noche:
des pue~.
con la Luna , que se muesrra
t an heg nosa
y
respl andeciente entre los
demas astros :
y
luego con el Sol , que
es el Principe de la luz , de quien la re–
ciben los otros cuerpos luminosos :
y
ut–
timJmenre mu estra, que esta hermosqra
v a acompanada d e tanra gravedad
y
ma–
gestad ' que
110
parece sino un exercito
pues to en orden de batall a ' q ue a todos
p one t emor
y
reverencia. L a I g le sia es
gendro. Vieronla las hijas
1
,
y
la
llamaron
muy
bienaventurada:
las
Reynas
y
las
demas muge–
res ,
y
loaronla.
9
i
Quien es esta
2
,
q~e
mar-
para los pecadores e imperfeB:os , como
una auror , que sale d is ipa ndo las ti nie–
blas de la noche ,
y
promeriendol es la luz
y
claridad del Sol
y
d el dia: para los que
van adelantand o en el estudio de las vir–
tudes , es una Luna llen a que brilla en
medio d el Cielo , para que -puedan cami–
nar sin tropiezo en med ia de la mayor
obscuridad: para los perfeB:os es escogida
o hermosa como el Sol , obscureci endo
coo su luz todas las estrellas, alurnb rarido,
'/
aleg rando
y
adornando todo e.l muodo,
d ando calor, vida
y
focundid ad a todas
las cosas ,
y
tan adornada de g racias por
su Esposo con ta! copia, q ue puede enri–
quecer a otros con sus virtudes, instruc–
cion
y
exhortaciones. Y sobre todo, pues-
ta siempre en 6 rden de batalla, sc mue£tra
a sos enemigos tan terrible, que hace inu–
tiles
SUS
COrrerias, maquinas
y
asechanzas,,
quebrantando· sus fuerzas
y
todo el poder
de sus armas;
y
se Jes presenta siempre in–
vencible
y
llena de nuevo esfoerzo. Pue-
den tambien registrarse aqui los prog resos
que habi a de hacer
la
Iglesia Esposa de
Jesu Christo. Fue como la aurora todo a–
quel tiempo en que los Apostoles
y
D isd–
pulos de! Senor escucbabao la Celestial
doCl:rina de su Divina Maestro , con que
eran disipad as las tinieblas de su igaoran-
c ia ,
y
sus corazone
:lOco a poco se iban
despe rrando , para ver de lleno la luz de
la verd ...i d , e inflamaodose en el amor d e
las virtudes. Quando !!ego el di a g rande
de Penrecostes , Ia Iglesia parecio como
una .Luna en todo su lleno ;
y
en med io
de un mundo ·ciego , perverso e ido!a-
tra, comenizo a dar todo su respl and or e::n
la
pureza de las costumbres, eil
la<
santi -
d ad de Ia vid a ,
y
en
Ia
priCl:ica
y
exer–
ci cio de las bueoas obras. En el mi smo a–
p areci6 hermosa
y
escog id a como el Sol,
por su extraordinaria sabidurfa , por su
a rdent lsima caridad,
y
comeaz6
fl
d erra-
mar su luz ,
y
a encender por todas par-
t es el fuego
de
que estaba llena ,
haciea-