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1
49
et
trigesimo anno
temporibus
Ptplemaei
Evergetis
Regis,
postquam perveni
in AEgyp–
tum , et
curn
multum temporis
ibi fuissem , inveni ibi libros re–
lictos non parvae neque con–
temnendae
dochinae.
Itaque
bonum et necessarium putavi
et
ipse
aliquam
addere diligen–
tiam et laborem
interpretandi
librum istum : et multa vigilia
attuli docrrinam in spatio tem–
poris , ad illa
q
uae
ad
fin
em
ducunt , librum istum dare , et
ill
is , qui volunt animum inten–
dere , et discere quemadmodum
oport'eat instituere mores , qui
secundum Legem Domini propo–
suerint vitam
agere.
~l
apoyo
y
exemplo de esta Iibertad
y
Jicencia mal entendida que se tomaa. Bien
cierto es , que esta
i~rpretacion
verbal
rnuchas veces es mas dura
y
obscura; pe–
r.o
esto se suple con la explicacion o no–
tas en q ue se descubren los mysterios
y
1a
fecuodid ad de los sentidos.
A
Io que
se aiiade , que es de la mayor importan–
cia conocer las mismas palabras , el 6r–
een de ellas ' los idiotismos de la lengua,
4quel nafi vo modo de hablar ,
y
Ia sen–
cillez y gravedad con que el Espfritu San–
to habl6 por boca de aquellos Santos hom–
bres ; todo lo qual se ve tambien perfec–
tamente copiado en una lengua extrafia
o .
peregrina. Por esta razon ha siao en to–
dos tiempos recomendable entre los
doc-
en la pr'opia
lengua. Porque
el
afio treinta
y
ocho
1
,
en tiempo
del Rey Ptolemeo Evergetes, des–
pues que llegue a Egypto,
y
ha–
biendo estado en
el
largo tiem–
po , halle alH lil5ros de n·o·peque–
fia ni despreciable erudicion.
Y
asi crei
qu.
seria util
y
necesa–
rio aplicar algun estudio
y
traba–
jo para
trasladar~
este
lib ro
a
otra
lengua:
y
en este espacio de
ti~m
po
2
emplee har tas vigilias
y
no
peque.fio estudio , con el
fin
de
concluirlo,
y
darlo acabado a a–
quellos que quieren aplicarse ,
y
aprender
de
q~e ma ne~a
· deban
arreglar sus costumbfeS, los qua–
les se ban propuesto pasar su
vi–
da
segun
la
Ley
del Sefior.
tos Ia Biblia Hebrea , trasladada al Es–
p anol, imp resa en Ferra ra. Los que juz–
gan o lo execlljan de otra manera , dan
claramente a entender que tienen poco
<>
ningun gusto en la leccion de las Escri–
turas. Pero de esto hemos tratado copio- .
sam
e
en la D isertac
ion Prelimioar al
Testamento ouevo , a don.de remitimos
al Leaor ; pues aqui solamen te hemos·
querido renovar la memoria , copiando
lo que sobre esto siente uno de nuestros
mas celebres Expositores.
L
D e su edad ; y no del reynado de
Ptolemeo Evergetes
II,
porque este rey–
no
solamente veinte
y
seis afios.
2
Que estuve en Egypto emplee mis
fa·
tigas po,r l<?s
J
u<jfos
quc;
vivian desterrados.