.......'t"m-
fuerzas,
y
estenmfda
itark,
Jo
sllmo, esperaba
~a
muerte en- 611
triste
y
desamparado domicilio, .
.
..
•
Hallanddse en este infeliz estado el aiio de ochenta
y
cm·
ct,,
supo por el álborozo _jeneral,
que .habia11 sido aprnba–
i!M
por el Papa las-viriúdes en grado heroico de
los
Siervós de
j)ios iFray Juan MasiáS y Fray Martin de Porres,
y
dkiendole
u:na comact
n»suya, que se. encomendase ·
á.
cttalquiera de los
'dos, porque
J.osSien·os
ere
Dios hacian mtlagros cúandoe&tabail
para-canoni
za•se, se-i.llcliuó solo
á
Fray Ma.rtin, tal vez por
Limeño, y haberse educado en Guayaquil, país de ella.
Al
instante cobró alieoto sl.t
oor~zon
abatido;
y
avivando la con–
fianza en la intercesion d:el Siervo de Dios, salió de su casa sita
abajo 'del puente, y
ca~ninó
doce cuadras basta la Re.coleta
Dominica, para enéomendttrse
á
Fray Martín, y pedirá Jos Re–
ligiosos 1ierra de su Sagradó Sepulcro.
' .
Habiendo llegado
á
la porteria, vió un retrato de Fray
~artin
<le P 0rres, y pidiendole
á
Dios fervorosamente que
I~
Goncediese la s1lud·por la intercesion de este sn fiel Siervo, oayó
desmayada; mas recobrósc luego bebiendo agua fresca que le su–
fuiniswo un Religioso, quien la dijo, que en el convento del Ro–
sa_rio es1aba el Sepulcro de Fray Martín, Vofvió
á
su
ca~a
sin
él cnnsahcio y fat iga que eun regulares, pues aunque continua–
ban los dolores, hn eran tan itnensos,
y
habiendo conseguido
Íl
pocos ellas tierra dfil Sepulcro de Fray Manin
1
la puso sobre él
aposito acostumbrado, y la contuvo con una venda.
Como cesasen al instante los dolores
y
fa
emanacion pu–
tulenta, no levantó D0ña 1\foria el áposito hasta el tercero dia,
en el que viendo cerradas las fistillas
y
reparada enteramente la
parte afeeta, llamó al marido y
á
las ·amigas que Ja aé,ompaña–
ban. Hejistraronla,
y
a11nque comprimian fuertemente el si–
tío, no verti.a la menor gota de pus, rtotandose
~olo
· en la parte
un.a pequeña cisura.
Fervorizada mas la paciente
a
vi~ta
del
·J>_rodijl?, se aplicó otro poco de tierra que le habia quedado;
y
al
siguiente dia se vió n¡> solo enteramente cerrada' esa pequeñl–
sima abertura, sino quo en vez de quedarle cicatriz y frunci•
miento en dicha parte, stilo se veia una leve mnncha que desig–
naba .-e! sitio del.an1erio1•padecimiento.
Présto reéobró·perfec•
tamente sus fuel'zas,
y
habiendo contraido segundo matrimonió
coh
-D.
Francisco Paula García, 11or el>falleoiniiento de su pri–
mer espos"', logró ver el fruto de sus se¡rundas nupcias.
·
.No pudo queda!' en silencio tan claro y estupendo milagro.,
Publtr•.arunle In
S ~ñora,
sú esposo
y
ómo11to;; pudieron testificarle.
l'1d1ó lqego
Ja.
Religion dQI Rolll\rio al Señor Arzobispo, que
!!«