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conocen la importancia de la op.osicion de las proposioiones en la
investigacion de-la verdad: pues cuando se se controvierte una
proposicion se recurre muchas veces
á
su contradictoria, para
desQubrir lnaslfácilmente su. verdad ó falsedad.
Si una proposicion es condenad¡¡, como herética, se doduce
que su contradictoria es. de féj ó si 'una es de fé; su cOI)tradicto–
ria es herética.
• I
XXIX,
El
l'aciocinio
y 'la
argllmentacion,
El raciocinio es un acto con que inferimos un juicio dc ot ro;
Es inmediato cuando se hace la ilacíon ' sin comparar con
UD . .
tercero,
v.
g. Teresa espiró; luego no vive. Es mediato cuando.
se hace la ilacion comparando con un tercero,
v..
g, Lo que se
dilata es cuetpo: el gas se dilata: luego es..cuerpo. En todo ra–
ci.ocinio ha de haber explicita ó implícitaménte tres juicios, dos
con ,los que se afirma ó nie.g¡¡, la conveniencia de los dos extre–
mos con un tercero,
y
otro con el que se afirma ó ni ega la conl
veniencia de los.'dos extremos entre sí. Los dos juicios primeros
• se llaman antecedente, el tercero consiguiente,
y
la conexion de–
consiguiente con el antecedente se llama consecuencia. La
consecuencia puede ser legítima, aunque sea falso el consi–
gtúente, . esto e¡s, cuando es falso el antecedeBte. Por
ejemplo~
Lo qU,e tiene partes es divisi?lej
~
Antecedente.
Es
aSl
que el rulma'humana tiene partes,
1
Luego el alma,humana es divisible.
¡.
Consiguiente
y
consecueucia.
Es lejítima 13/ conexion del consiguiente con el
~nte{)edeDte,
pero es falso que el alma humana tenga partes.
El raciocinio se llama ruscurso, porque
co.rede una yocion–
á otra; discurre ó pasa de lo conocido á lo desconocido.
Argumentaciou
~s
el raciocinio expresado con palabras.
1'[0
debe aba,ndonarse del toan la argumentaoion que ll aman en
félrma silogística, pues ·eou ella se adquiere prontitud para
formar conceptos
y
expresarlos~
se acostumbra el entendimien–
to á la precision de las ideas y palabras, se perfecciona por la
solidez de los raciocinios,
y
puede disceruiI' mas fácilme.nte la
verdad del error. Todo raciocinio, aunque de cosas claras tie–
né la ventaja de descubrir nuevas relaciones entre los objetos
y
de reducirlos
á
clases.
Suelen contarse ocho fórmulas de la argumentacionj silo-