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EL
HOMBRE
y
Legisladores, para establecer la
tranquilidad,
y
paz entre los hOlU-
bres.
'
Estos principios,
y
fundanlen–
tos son precisos, no solo
á
todos
los Príncipes,
y
personas señaladas,
á
cuyo cargo esté,
ó
pueda estar el
Inando de los hOlubres; sino
á
to..
dos aquellos, que profesando ,una
vida aétiva,
y
praética, deben ad-
4..1uirir los
cono~ünien
tos esenciales
'de ella. Y asi direlnos , que lnientras
iDas perfeCtos los tuvieren , tanto
l11as
utilidad les resultará de ello,
y
tanto nlas deberán ser alabados)
y
estinlados. Pero que no pudiendo,
"ni
debiendo hacer de esto solo su
principal ocupacion , bastará con
'q
ue puedan fornlar· juicio bien fun–
dado para elegir personas de estas
Profesiones,
y
en ellas los diétanle–
nes
,y
sentencias nlas proprias ,
y
adequadas
á
el fin , que les fuere ne:-
ce-