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EL
HOMBRE
jalnen de la ll1ayor parte de los hon1-
bres. Resultando de esto Ulti1110 e.l
vicioso extrelnO,en que algunos han
incurrido, de despreciar,
y
dár por
de .ningun uso todo genero de cura–
cion; COlno del SU1110 aprecio
de
ella ha resultado tanlbien en otras
personas
el de
creer, que por su ll1e–
dIo sería infalible, no solo
la
C011-
servacion de, la salud. , que se posee,
sino la curacion de todos los acha–
ques , que se padécen ,
y
aun la pro–
longacion de
la
vida
á
extraordina–
ria cantidad de años, apoyando esta
credulidad viciosa
la
lnalicia,
Ó
la
ignorancia de algunos Medicas, que
por hacerse estünar 111as lo persua–
den: siendo
lo
cierto, entre estos
dos extrenlOS , en prinler lugar, que
rara cosa hay tan absolutalnente
cierta, que no pueda adL11itir equi-
.
.
vocaclqnes, y errores,
y
que aSl no
puede dexar de haver ll1uchos en la
Me~