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EL
H
MBRE
sino el particular aborrecinli nto e
aquella
persona
á
que encan1inab
su adulacion, haviendo por
ultinl
llegado
á
hacers~
capáz de erlo.
La consideracion precedente,
ó
el
genio aspero,
y
ll1elancolico sueI
~char
algunos en
el
extrenlO con tra-
e...-
rio
á
el de la condenada adulacion,
haciendoles tachar,
y
censurar to–
das
las
cosas
g~neralnlente: ~iendo
con esto mirados con el horror d
parecer
la
parte con traria del
gene–
ro
hUlllano,
y
haciendo, que au
en aquellas lnislnas cosas, sobre qu
con
s~na
intencion,
'y
con ll1aduro
•
•
•
I
JUICIO
cae su censura, no an creI-
clos, ni se consiga
el
bu
11
fin de su
intento, por el lnal concepto con
que se recibieron,
ó
por
la
asper z
y
sequedad con que se dixcron.
y
COlno el acierto,
y
perfeccio
de
"todas las cosas con
i
ta sic1111 r
en huir los
extrelnos
de llas; a
ha